La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) manifestó su preocupación ante la decisión tomada días atrás por el Gobierno nacional de otorgar un bono obligatorio de $24.000 para trabajadores del sector privado con ingresos netos de hasta tres salarios mínimos.
“Es claro que nuestros colaboradores perdieron poder adquisitivo por la inflación. Pero el marco correcto para recuperarlo son las paritarias, muchas de ellas aún abiertas, como es el caso de la mercantil, la más grande del país”, manifestó al respecto el presidente de la entidad, Alfredo González.
Asimismo, desde CAME aseguraron que en un contexto de cinco meses consecutivos de baja de ventas minoristas y con negociaciones abiertas con el gremio para definir el segundo tramo de actualizaciones salariales por inflación, las pymes no se encuentran en condiciones de afrontar el pago de dicho bono. “Mayor poder adquisitivo podría dinamizar el consumo interno. Pero la situación para las pymes no es sencilla porque este mes también se debe abonar el segundo medio aguinaldo”, señaló González.
En ese sentido, el dirigente recordó que muchas de las pymes que representan son monotributistas y no podrán soportar el impacto financiero de la medida, ya que el mecanismo de deducción del 50 por ciento del bono en el Impuesto a las Ganancias no las contempla. “Así, los empresarios debemos hacernos responsables de la erosión salarial por la inflación. Sin embargo, nosotros sufrimos sus consecuencias al igual que los trabajadores”, agregó.
“Exhortamos al Gobierno nacional a revisar esta medida e incluir cualquier iniciativa similar en el marco de la negociación sindical-empresaria que ha demostrado su eficacia a lo largo de los muchos años de vigencia”, completó González.