La norma establece regímenes especiales con beneficios que pueden durar hasta 12 años, contados a partir de la puesta en marcha del proyecto, para la agroindustria y los sectores logísticos, mineros, tecnológicos y sus servicios conexos; y su particularidad es que contempla también un beneficio adicional del 7% para los proyectos que sean de titularidad de una o más mujeres, identidades no binarias y/o transgénero.
Se trata de personas jurídicas que tengan sus directorios integrados con participación equivalente o mayor al 50% de mujeres, identidades no binarias, transgénero y también para quienes acrediten personal femenino, identidades no binarias y/o transgénero que representen el 50% de su plantel.
Serán beneficiados quienes hayan realizado inversiones a partir del 19 de marzo de 2020, fecha de inicio de la pandemia, o presenten nuevos proyectos a futuro, para lo cual el plazo vence el 31 de diciembre de 2023.
“Es una ley de características únicas en el país, porque viene a reconocer el esfuerzo que realizó el sector productivo durante la pandemia, pero también tiene una mirada hacia adelante porque permite presentar proyectos ya sea para nuevos emprendimientos o para expandir, reconvertir o modernizar los que están en marcha”, explicó el ministro de Producción, Marcelo Amitrano.
Las exenciones tributarias comprenden el pago de los impuestos sobre los ingresos brutos, inmobiliario, automotores y sellos que pueden llegar hasta el 100%, con escalas decrecientes en el tiempo y que varían en su porcentaje según la ubicación geográfica de la inversión, con el objetivo de impulsar el desarrollo y empleo en zonas menos desarrolladas.