Desde el Centro Único de Coordinación y Control, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, monitoreó la situación acaecida por la tormenta que viene afectando a la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, junto a una “mesa de crisis” conformada por los ministros responsables de las áreas que intervienen para reducir el impacto y responder a las emergencias que puedan surgir.
En efecto, los funcionarios que se hicieron presentes fueron la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio; el jefe de Gabinete, Néstor Grindetti; el ministro de Seguridad, Waldo Wolff; el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi; el secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano, César Torres; y el subsecretario de Emergencias, Néstor Nicolás.
En ese marco, el alcalde porteño comentó que el sur de la Ciudad tuvo el mismo nivel de lluvia que localidades como la Matanza, Avellaneda, Lanús y Morón, porque la lluvia fuerte impactó sobre ese sector.
“Hay anegamiento por un rato en la calle y en cuanto cesa un poco la lluvia, el agua escurre, que es lo que no sucede en otros lados donde todavía vemos el agua. En nuestro caso, el tener obras de infraestructura ya hechas, hace que el agua entre, pero se retira. En cuanto tenemos un poquito de tranquilidad, el agua que se junta a veces en la calle, enseguida evacúa”, dijo para contrastar con lo que sucede en el territorio gobernado por Axel Kicillof, donde todavía hay miles de ciudadanos padeciendo las consecuencias de la inundación.
Cabe señalar que las precipitaciones superaron los 170 milímetros, de acuerdo al último reporte de la Dirección de Pluviales del Gobierno porteño; y que en total hay más de 500 personas abocadas al operativo, incluyendo personal de la dirección de pluviales, gestión comunal, arbolado, higiene y mantenimiento en general.