En lo que se prevé que será una “maratónica” sesión dado que podría extenderse hasta apenas unas horas antes de que se celebre el “Día del Trabajador”, la Cámara de Diputados de la Nación tratará la “Ley Bases” y el paquete de reforma fiscal enviado por la Casa Rosada.
La iniciativa gubernamental, que consta de más de 200 artículos, no tuvo grandes inconvenientes de sortear el plenario de comisiones que se llevó a cabo en los últimos días para poder habilitar su tratamiento en el recinto (a diferencia de la primera vez, donde sí se produjeron fuertes cruces). Además, todo apuntaría a que contaría con el apoyo suficiente para ser aprobada en general.
Sin embargo, reina una suerte de “final abierto” cuando llegue el momento de su votación en particular, puesto que allí es donde todavía persisten algunas diferencias con los denominados bloques opositores “dialoguistas” en aspectos tales como el de reforma laboral, sindical, privatizaciones y facultades delegadas al Ejecutivo, entre otras.
En paralelo y en el caso del capítulo fiscal, siguen presentes algunas diferencias en lo referido a la cuestión del piso de Ganancias, así como también sobre Bienes Personales y el blanqueo de capitales, entre los puntos más representativos y difíciles de negociar para el oficialismo.
De hecho, ni siquiera en “off” trascendió la postura que adoptarían esos bloques opositores al momento de que sus integrantes tengan que alzar la mano en la votación en particular dado que algunos de ellos continúan meditando su voluntad final (ello dependerá, parecería, sobre cómo vaya avanzando el trámite de la norma durante su análisis).
En ese marco y pese a la ya sabida posición en contra que se adoptó desde Unión por la Patria (UP), vale mencionar que el bloque liderado por Germán Martínez presentó un pedido formal el pasado viernes para que este martes se trate el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 -también conocido como “Mega” DNU- el cual ya fue rechazado por el Senado a mediados de marzo pasado.
Si bien desde el oficialismo saben que en el kirchnerismo no contarían por estas horas con el número necesario para que ese debate pueda colarse mañana en el recinto, no sería de extrañar que ello sirva más adelante como “moneda de cambio” para negociar apoyos con el resto de los bloques opositores más “acérrimos” a cambio de prestar su mano para poder habilitar el tratamiento de iniciativas que por estas horas se encuentran latentes, tales como los presupuestos destinados a la educación.