La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expresó su más enérgico repudio a los hechos de violencia que se registraron durante la jornada del miércoles en las inmediaciones del Congreso, en momentos que la Cámara de Senadores se encontraba debatiendo la “Ley Bases” y el paquete fiscal.
En ese sentido, se describió como una institución gremial empresaria de cúpula y, como tal, habitualmente hace oír su voz para opinar sobre cuestiones tributarias, laborales, regulatorias y crediticias que inciden en el sector representado, como así también sobre temas económicos en general.
No obstante y sin perjuicio de ello, señaló que en ocasiones extraordinarias considera necesario manifestarse sobre otros asuntos, aunque excedan su ámbito de competencia estricta, y que la actual es una de ellas. “Cuando las instituciones de la República y el modo de vida democrático reciben un ataque flagrante el silencio puede confundirse con complicidad”.
“Los hechos registrados ayer en las inmediaciones del Congreso, premeditados y orientados a generar caos y zozobra y así dañar la gestión del Gobierno, merecen el más enérgico repudio. La violencia y el vandalismo, que incluyeron desde ataques a las fuerzas del orden y la prensa hasta la deliberada destrucción de bienes públicos y privados, demandan una firme condena de todos”, expresó la entidad por medio de un comunicado.
Por otro lado, la CAC consideró “positivos” los proyectos de “Ley Bases” y de reforma fiscal, por lo que valora el aval que, al menos parcialmente, recibieron en el Senado. “Aunque menos abarcativos que en su formulación original, son importantes pasos para sacar a nuestro país del penoso estado en el que se encuentra desde hace demasiados años. Asimismo, aboga por que Diputados actúe con celeridad, y les dé sanción definitiva. Es inédito que en los primeros seis meses de gestión no se haya convertido en ley ninguna iniciativa del Ejecutivo; el país no soporta más dilaciones”, agregó.
Finalmente, recordó que la democracia admite el disenso y que la Constitución Nación fija los mecanismos para que éste se canalice, al tiempo que mencionó que el Presidente Milei convive con un Congreso plural, y que el prolongado tratamiento de los proyectos permitió que todas las voces se expresaran, con lo cual una vez llegado el momento de la definición se debe aceptar el resultado.
“Los argumentos disímiles pueden escucharse, para eventualmente aceptarse, rebatirse o alcanzar una síntesis superadora; a la par que el descontento puede manifestarse pacíficamente. Lo que de modo alguno puede tolerarse es la apelación a la violencia para torcer el rumbo de una legítima votación legislativa. La barbarie se condena sin cortapisas; la democracia se defiende sin titubeos; y las instituciones republicanas se respetan sin medias tintas”, completó la CAC.