Desregulación aérea: reglamentan el uso de drones y la remoción de aeronaves en estaciones aéreas

Con el propósito de avanzar en la modernización y desregularización del sector aerocomercial, se publicaron dos medidas en el Boletín Oficial para ordenar el uso de drones y optimizar el espacio en los aeropuertos a partir de la remoción de aeronaves accidentadas o abandonadas. Por Cuarto Intermedio

Por medio de dos decretos publicados en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional continúa con la modernización y desregularización del sector aerocomercial. Concretamente, el Decreto 663/2024 prevé la reglamentación del artículo 36, referente a la aviación civil no tripulada -es decir, el uso de drones-; mientras que el Decreto 664/2024 reglamenta los artículos 74 y 75 del Código Aeronáutico que versan sobre la remoción de aeronaves accidentadas o abandonadas en los aeropuertos.

En cuanto a la reglamentación del uso de drones, el objetivo central es el de desregular su utilización en zonas agrícolas, una decisión estratégica teniendo en cuenta el potencial de crecimiento que la utilización de drones le ofrece a esta industria, mejorando la gestión de control del suelo, fumigación y sembrado.

De acuerdo a lo argumentado, mediante esta reglamentación se eliminan las burocracias innecesarias y se agilizan las habilitaciones para el uso privado de drones en el sector agropecuario (además, se contempla la movilidad en áreas urbanas y las aeronaves no tripuladas totalmente autónomas).

El segundo de los decretos, en tanto, tiene como objetivo principal agilizar el proceso que permite remover los aviones que no están en uso y que dificultan las tareas normales de los aeródromos, modernizando así un régimen burocrático que tiene más de cincuenta años y que llevó a que prácticamente nunca se haya logrado remover una aeronave (con la normativa aprobada, el proceso de remoción se hará en un plazo máximo de seis meses).

Con esta decisión, se busca una mejor utilización de los espacios, así como también que se mejore la seguridad operacional de los aeródromos; se optimice la rentabilidad de aeropuertos y líneas aéreas; y se regule la venta de partes de aquellas aeronaves a ser removidas, ya que prevé un registro continuo de esos componentes, evitando robos e irregularidades.

En otro orden, desde la Secretaría de Transporte de la Nación anticiparon que próximamente se irán sumando otra serie de desregulaciones en el sector aerocomercial.