La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación aprobó cuatro vacunas para la sanidad del sector aviar y una nueva levadura destinada a optimizar la producción de bioetanol. En concreto, se trata de una vacuna contra las enfermedades de Marek (MD), la laringitis infecciosa (ILT) y la enfermedad infecciosa de la bolsa (IBD); y otra contra las enfermedades de Marek (MD) y la bursitis infecciosa (enfermedad de Gumboro).
Además, una tercera vacuna aprobada está basada en herpesvirus de pavo vivo genéticamente modificado para la vacunación de pollos sanos de un día de edad o huevos embrionados de 18 a 19 días de edad, con el fin de producir una respuesta inmune protectora contra las enfermedades de Marek (MD) y de Newcastle (ND).
La cuarta vacuna, en tanto, brinda respuesta inmune contra las enfermedades de Marek (MD), bursitis infecciosa (enfermedad de Gumboro) y la enfermedad de Newcastle (ND).
Vale remarcar que todas las vacunas fueron evaluadas y registradas por el SENASA.
Por otro lado, la cartera agropecuaria también aprobó la comercialización de la levadura Saccharomyces cerevisiae, conocida por su uso seguro en panificación y en la fabricación de vinos, que fue modificada genéticamente mediante la inserción de dos genes que codifican dos enzimas (proteínas que cumplen una función metabólica) que son claves para la producción de etanol dando lugar a la cepa SCY015.
De acuerdo a lo especificado, esta modificación permite una ruta metabólica alternativa, aumentando la eficiencia en la fermentación tanto de azúcares de pentosa como de glucosa. Además y sumado a la seguridad e historia de uso de la levadura, el análisis de riesgo determinó que las nuevas enzimas que se expresan no son tóxicas o alergénicas, y que tampoco pueden otorgar a la cepa SCY015 características patogénicas o asociadas a virulencia.
A la vez, por el uso industrial declarado no se prevé que la cepa SCY015 ingrese en el medio o en condiciones que puedan tener un impacto negativo sobre el agroecosistema o su diversidad biológica.
De todos modos, se aclaró que se llevó adelante la evaluación de riesgo a fin de determinar que no existe un riesgo adicional para el agroecosistema respecto a su variante no modificada para el uso previsto en la producción industrial controlada de bioetanol; mientras que el SENASA concluyó que la levadura Saccharomyces cerevisiae cepa SCY015 inactivada, derivada del proceso de producción de etanol, es apta para el consumo animal.