Consumada ya la votación en el Senado de la Nación en donde se rechazaron los pliegos de los dos candidatos propuestos por el Gobierno para que se incorporen formalmente como jueces de la Corte Suprema de Justicia, uno de los “autores materiales” de haber convencido al Presidente Javier Milei sobre la postulación de uno de ellos, rápidamente tomó distancia del duro revés legislativo (y político) que recibió el Ejecutivo tras esa sesión.
Se trata, en efecto, de Ricardo Lorenzetti, quien fue el que le recomendó especialmente al Jefe de Estado que el titular del juzgado federal N°4, Ariel Lijo, era el candidato “ideal” para sumarse al Máximo Tribunal.
De hecho y quizás con el propósito de “allanarle” el camino a su postulado para que se pudiera generar otra vacante, se dice que se mostró en contra de la continuidad de Juan Carlos Maqueda una vez que éste alcanzara la edad para jubilarse, lo cual también habría influido para que la administración de Milei finalmente se definiera para no pedir por su continuidad, aún con casi diez meses de antelación para tener que resolver sobre ello.
Curiosamente y respecto a este último punto, cabe señalar que Maqueda contaba con la chance de haber permanecido otros cinco años más en el cargo si se hubiera enviado su pliego al Senado. En este caso, no sería para nada descabellado aventurar que, dada la vasta trayectoria del cortesano, el resultado más probable hubiera sido que la Cámara Alta votara a su favor, lo cual en la práctica le habría significado ahorrarse un importante dolor de cabeza a la Casa Rosada, ya que la reticencia al candidato impulsado por el ex titular del Máximo Tribunal también hizo que se llevara puesto por inercia a Manuel García-Mansilla.
Pero mientras el Gobierno de Milei aún se encuentra atravesando el mal trago tras la bajada de pulgar que le hiciera el Senado a sus candidatos, Lorenzetti salió a “despegarse” de ese traspié luego de manifestar que la decisión de la Cámara Alta era “respetable” y que además nunca aceptaría ser nombrado por decreto.
Para justificar esos dichos, recordó cuando el Presidente Macri nombró por esa vía a Carlos Rosenkrantz y a Horacio Rosatti. “Creo que hay que ser coherentes… Lo dije muy claramente cuando hace muchos años lo hizo Macri y no era una mirada personal, fue una opinión de la Corte. En ese momento sugerimos que no era conveniente. Ahora el Presidente (Milei) tomó otra decisión y desde el punto de vista del Poder Ejecutivo es entendible”, dijo en declaraciones a Radio Mitre.
No obstante y lejos de mostrarse coherente con su pensamiento, el rafaelino parecería haber olvidado con la misma rapidez con la que no asumió su derrota por haber sugerido a Lijo, que semanas atrás participó de la jura de García-Mansilla como compañero suyo, en comisión, hasta fines de este año: en ese marco, hubo sonrisas para la foto pero ningún cuestionamiento de su parte.