La situación de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble se acerca a la etapa de definiciones. La presión comienza a hacerse sentir en derredor de la dueña del Grupo Clarín y a las voces -algunas vehementes, otras conciliadoras- que se pronuncian en uno y otro sentido, se sumó ahora la del premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
(Cuarto Intermedio – 6 de agosto de 2010)- En su página de internet le pidió a Marcela y Felipe Noble Herrera que se sometan a los trámites que sean necesarios para conocer sus verdaderas identidades biológicas porque es “un clamor del pueblo”. La exagerada afirmación fue acompañada de otras expresiones en igual sentido: “La verdad muchas veces suele ser dolorosa, pero siempre es sanadora, del cuerpo, el entendimiento y el espíritu, siendo reparadora para la sociedad a la cual pertenecemos”. Pérez Esquivel se puso momentáneamente del lado de los hermanos: “Ustedes no eligieron lo que están viviendo, pero puedo decirles que, para el presente y futuro de sus vidas, es necesario derribar los muros de la intolerancia y lograr el derecho de cada uno de ustedes y la reparación jurídica y social al pueblo”. Sin embargo, los exhortó a que “si de los análisis del Banco Nacional de Datos Genéticos surge el esclarecimiento de la identidad de ustedes, con serenidad y en búsqueda de la verdad sabrán que nunca fueron abandonados por sus padres, secuestrados y desaparecidos. Que fueron apropiados, y que sólo ustedes, que son personas adultas, tienen la capacidad de decidir sobre sus propias vidas y optar por el camino a seguir”.Los jóvenes ya eligieron proteger a Ernestina Herrera de Noble a toda costa. Ese es el camino que eligieron seguir, aunque para ello atenten contra la verdad histórica y el derecho de las víctimas a conocer al fruto de sus hijos desaparecidos.