Un abogado que se quejó por los honorarios bajos que le reguló un tribunal, terminó denunciado ante el Tribunal de Disciplina que juzga la conducta de los letrados.
Se trata del abogado Gustavo Soler, quien ofuscado porque le regularon como “honorarios” en una causa compleja la suma de 4.200 pesos, reclamó por lo exiguo y consiguió que los jueces Esteban Centanaro, Mabel Daniele y Fernando Juan Lima los incrementaran en sólo 300 pesos.
“Se muestra nuevamente el autoritarismo ejercido en forma indirecta como una manera de menosprecio a la jerarquía de los abogados que dignamente acudimos a estos estrados sin tener la suerte, como los señores jueces, de cobrar mensualmente las sumas adecuadas para sus vidas”, denunció el abogado en un escrito dirigido a los jueces.
Además, reconoció: “este escrito no está dicho con respeto porque no vale la pena tenerlo y sí con una desagradable sensación de un trato discriminatorio y ofensivo para el profesional que firma este escrito pero que implica una corriente sórdida entre la burocracia jurídica y aquellos que debemos recorres los pasillos y sufrir el riesgo profesional alquilando estudios, pagando abogados y luego acudir a los tribunales para recibir este tipo de castigo psicológico”.
El tribunal replicó que el abogado Soler “se presentó ante este tribunal con términos agraviantes y que, para preservar el decoro, se prefiere evitar su reiteración”.
“Los infundados improperios expresados por el mencionado profesional con relación a quienes también somos sus colegas, merecen la consideración del Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados, en tanto la cortesía, el deber ético de guardar las formas y corrección en el trato entre los integrantes de la sociedad, resulta ser uno de los pilares elementales para la correcta convivencia, así como para el ejercicio profesional”, abundaron.
Soler elevó la apuesta: presentó un “recurso de reposición” contra la decisión de enviarlo al Tribunal de Disciplina, y lo hizo reiterando las expresiones que lo llevaron a esa instancia. “Vengo, además, a ratificar todos mis dichos ya que la Resolución por la cual se envía al Tribunal de Disciplina mis argumentos sólo servirá para honrar mi actividad en defensa de la dignidad de los abogados. No sé si los magistrados que pretenden agraviarme con esta resolución podría decir estas palabras que se apoyan en mi trayectoria profesional y en el ejemplo de vida que siempre he dado”, reiteró.