La ex fiscal que investigaba la muerte del titular de la UFI-AMIA señaló que hasta el momento no hay ni una sola prueba que afirme que se trató de un homicidio. “No tengo probado en mi trabajo que haya entrado una persona al departamento”, aseguró. Por otra parte, dijo que la querella unidireccionó la investigación desde el homicidio.
Tras haber presentado su renuncia, la ex fiscal Viviana Fein defendió su accionar en la investigación por la muerte de Alberto Nisman y señaló que fue llamativo como se operó en su contra durante su participación en la causa. Asimismo, dijo que nunca se direccionó la investigación en un solo sentido y que hubo 160 testimonios.
Fein, además, apuntó contra la ex esposa del fallecido fiscal, Sandra Arroyo Salgado, al decir que retrasó el curso de la investigación ya que el objetivo de sus abogados -según indicó- era el de pasar la causa a la Justicia federal, y que además unidireccionaron la investigación hacia la hipótesis del crimen. “La querella atrasó todo desde el principio”, opinó.
Sin embargo, la ex fiscal dijo que si surge algún elemento contundente que permita afirmar que alguien ingresó y lo mato, bienvenida sea esa postura ya que nunca la descartó. “Lo que no puedo es hacer informaciones falsas”, agregó la ex funcionaria judicial en declaraciones a Radio Vorterix, quien sí aseguró que hasta el momento no se puede emitir una calificación legal acerca de si fue un homicidio, suicidio o instigación.
En otro orden, negó que sus peritos contaminaran la escena durante la noche en la que fue hallado el cuerpo sin vida de Nisman, al tiempo que desestimó que la causa se haya manipulado o enlodado. “Hay detalles y pruebas que permiten ver que no se contaminó la escena”, enfatizó.
Por último contó que en su momento se quedó para seguir adelante en la causa porque preveía dejar el cargo con antelación. “Yo me quedé por la causa Nisman. Me podría haber ido antes… Dejé mis causas listas y dije `misión cumplida´; a emprender una nueva vida”, finalizó.