La Cámara Federal confirmó el sobreseimiento a favor del interventor de Recursos Humanos del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (INCAA), Alfredo Ocariz, acusado por un ex empleado de haber sido “apretado” para que renunciara a su cargo.        

(Cuarto Intermedio – 24 de agosto de 2011)- El hecho se presentó como una suerte de persecución laboral que, para la justicia, no existió: Ocariz había sido denunciado por el abogado Emiliano Fassino, ex Gerente de Asuntos Jurídicos y reubicado como letrado de la Gerencia de Asuntos Internacionales. El 29 de diciembre de 2008, la Presidencia del INCAA “dejó su designación sin efecto, junto a la de otros agentes”, tras una “negociación” en la que primero le ofrecieron una suma de 15 mil pesos y más tarde 50 mil para su “retiro” del instituto. Fassino denunció al titular de Recursos Humanos por los delitos de “amenazas calificadas en su contra, abuso de autoridad y eventualmente, la configuración del delito de asociación ilícita”. Pero la investigación demostró que lo que en realidad ocurrió fue que no se pusieron de acuerdo con la cifra final del acuerdo de desvinculación y, así, el abogado se quedó sin el pan y sin la torta. “Ha quedado patentizada la existencia de una negociación entre dos partes, signada por su contenido económico… no aparece corroborado que el querellante haya visto cercenada su libertad de acción ni tampoco que se haya encontrado compelido a abandonar su trabajo en contra de su voluntad”, dijo la Cámara.