Los escraches producidos contra el gobernador bonaerense Daniel Scioli, el diputado Agustín Rossi, e incluso hace algunas semanas contra Cristina Fernández de Kirchner, amagan ahora con meterse de lleno en el último tramo de la campaña electoral.

 (Cuarto Intermedio  – 2 de junio de 2009)-El ministro del Interior, Florencio Randazzo, tiró la primera piedra luego del ataque que sufrió Rossi al declarar que “varios de estos inadaptados, antidemocráticos y prepotentes, hoy son candidatos de las otras fuerzas políticas, o militan en la oposición”. Hasta el momento los cañones del oficialismo apuntan contra la cúpula de la Sociedad Rural Argentina (SRA) por ser la ideóloga de los “esporádicos” escarches (cosa que negó rotundamente) y responsabilizó a la oposición de acogerlos ente sus filas. La respuesta del otro lado no tardó en llegar y rápidamente se multiplicaron las palabras de repudio contra esos actos. No obstante y luego de las formalidades del caso, también se aprovechó para disparar munición gruesa contra el oficialismo y sus candidatos, manifestando que esos ataques eran capitalizados por ellos para sacar rédito de la situación y de esa manera demonizar a todos aquellos que fueran críticos de la gestión de la Presidenta de la Nación. En el medio del fuego cruzado, los candidatos procurarán de ahora en más no anunciar con bombos y platillos sus visitas (sobre todo en aquellas localidades postergadas del territorio bonaerense) para evitar a toda costa ser víctima del ahora “voluntario” o “instigado” escrache contra sus personas. Desde el oficialismo, se pudo saber que guardarán total hermetismo con el itinerario que de ahora en más hará el titular del PJ, Néstor Kirchner, ya que el ex mandatario no toleraría una acción adversa que ponga en juego su figura si se tiene en cuenta que se espera una votación ajustada y un resultado cerrado para las elecciones del 28 de junio en la provincia de Buenos Aires.