Actualmente se encuentra en discusión un proyecto de ley en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que propone, en materia de alcoholemia, una regla especial, con tolerancia cero para los jóvenes de hasta 20 años y para los principiantes.
Más que los cuestionamientos que imputan “discriminación” a la medida, preocupa, a nuestro criterio, la “racionalidad” de la norma. ¿Cuál es la diferencia entre 18, 20 y 21 o 22? Física y orgánica no es. Psicológica tampoco. Y legal menos: son todos mayores de 18 años…
“Los jóvenes encabezan las estadísticas de heridos graves y muertos en siniestros viales, sumando a su inexperiencia conductas que los llevan a minimizar los riesgos de factores como pueden ser la velocidad y el consumo de alcohol”, se lee en los fundamentos del proyecto. Lo que NO aclara es que por un lado la franja etarea va de los 15 a los 30 años y que precisamente NO todos los jóvenes muertos o heridos graves son conductores. Ahora bien, suponiendo que fueran conductores, cuyas “…conductas que los llevan a minimizar los riesgos de factores como pueden ser la velocidad”, entonces deberían prohibirles directamente CONDUCIR… Si están habilitados es porque supuestamente le demostraron a la autoridad habilitante la misma capacidad que otro conductor de mayor edad.
En ese orden de ideas, sí sería “racional” establecer esa regla especial para los conductores principiantes, más allá de la edad. Eso si: siempre y cuando el Estado aplicara las otras reglas para principiantes establecidas en la ley (restricciones de uso de determinadas vías, acompañantes, identificación de la unidad automotora conducida por él), situación que no ocurre (ni siquiera proveen en las bocas de expendio dicha identificación).
Entonces, ¿no sería más “racional” aplicar la Tolerancia 0 a todos los conductores de automotor (y no solo a los profesionales)?
Muchos sostienen que existen “intereses comerciales”. ¿Será cierto? No creo que el prohibir a un conductor la ingesta de alcohol vaya “a mover el amperímetro” del consumo de bebidas alcohólicas. De hecho los países nórdicos aplicaron la Tolerancia 0 y continuaron siendo sociedades de alto consumo de alcohol. Y es cierto que redujeron en forma importante la cantidad de siniestros viales en esas sociedades, pero aplicando la Tolerancia 0 a todos los conductores. También es cierto que la tipología NO desapareció y sigue siendo combatida. Pero no se puede tener un agente por cada usuario. Por ello, es necesario la educación y concienciación de los usuarios de la vía pública.
En otras palabras, alcohol y conducción de automotores son agua y aceite. No se pueden mezclar a ninguna edad.
* Director ISEV (Instituto de Seguridad y Educación Vial).