Previo a que el Presidente boliviano Evo Morales anunciara la decisión de renunciar a su cargo luego de la creciente tensión que había comenzado a desatarse tras los comicios presidenciales que culminó con el alejamiento de casi todo su gabinete y también con la “sugerencia” del Ejército para que diera un paso al costado, el Gobierno nacional había comunicado durante el domingo, en ese marco, que ante la inestabilidad política vivida por Bolivia “tomaron nota” del informe preliminar de la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuya auditoría confirma las denuncias de irregularidades del proceso de escrutinio y recomienda la realización de nuevas elecciones.
“El Gobierno argentino entiende ineludible la decisión del Gobierno boliviano de convocar nuevas elecciones y, para ello, renovar con transparencia la integración del Tribunal Electoral. Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos solicitaron desde un principio que se investigaran las anomalías denunciadas el mismo 20 de octubre, día en que tuvieron lugar las elecciones, y apoyó la auditoría de la OEA cuyo informe preliminar se conoció hoy”, expresaron desde Cancillería a través de un comunicado.
Asimismo habían agregado que esperaban que las nuevas elecciones a realizarse «cuenten con todas las garantías de libertad y transparencia para que se pueda conocer sin distorsiones de ningún tipo la verdadera voz y voluntad del pueblo boliviano».
Sin embargo y luego de que se oficializara la dimisión de Morales, desde la cartera conducida por Jorge Faurie volvieron a pronunciarse, aunque evitaron mencionar la palabra “golpe de Estado” tal como lo había considerado, por caso, el Presidente electo Alberto Fernández, entre otros sectores.
“Ante la renuncia a su cargo como Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia por Evo Morales Ayma, el Gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando importancia de encaminar este periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país. Resulta imprescindible que todas las fuerzas y dirigentes políticos bolivianos actúen en este delicado momento con responsabilidad y moderación”, se pronunciaron desde la administración de Cambiemos, quienes insistieron con la necesidad de que se lleve a cabo con normalidad un nuevo proceso electoral, aunque evitaron -una vez más- referirse al contexto en el que el mandatario boliviano decidió alejarse a su cargo pese a que ya había decidido que se llevara a cabo una nueva jornada electoral en respuesta a las denuncias de fraude que realizaron tanto los partidos políticos de la oposición como así también los organismos internacionales de control.