El ex secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, uno de los imputados por el siniestro ferroviario que el 22 de febrero pasado causó la muerte de 51 personas, declaró ante el juez federal Claudio Bonadío que desde hace tres años no tiene contacto “con ningún funcionario del área del gobierno”.
Además, indicó que desde que asumió el cargo, en 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia de la Nación, hasta que renunció, el 1º de julio de 2009, no debió “lamentar hechos luctuosos y trágicos” en el área del transporte.
“Dejé la función hace casi tres años y no tuve ni tengo vinculación alguna a partir de esa fecha con el área de Transporte, como así también con ningún funcionario del área del gobierno”, dijo textualmente Jaime en su declaración indagatoria.
“En mi cargo de Secretario, que incluía el transporte automotor de pasajeros, cargas, transporte ferroviario de pasajeros y de carga, el transporte aéreo comercial, fluvial y marítimo, nunca tuve que lamentar hechos luctuosos y trágicos”, destacó.
Jaime dijo que vive hoy gracias a los ingresos de un “contrato de asesoría” por el cual percibe unos 20 mil pesos mensuales.
Ante la pregunta del juez, Jaime calificó de “buenas” sus condiciones de vida y especificó que su ingreso económico “es variable de acuerdo a su profesión y que actualmente tiene un contrato de asesoría”, sobre el cual no brindó mayores precisiones.