“Angustia, frustración, pesar, rabia, impotencia. Sólo algunas de las sensaciones que se experimentan frente a la injusticia”, expresaron las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) por medio de un comunicado titulado “Basta de relato”.
“Desaprensión, desidia, falta de educación o simple ignorancia. A nadie se le ocurriría arrojar un cigarrillo encendido entre las sábanas del lecho conyugal o dentro de un tanque de combustible. Pero parece que sí en la banquina sucia y descuidada de una ruta, desde la ventanilla de un vehículo, junto a un campo. A ninguno parecen importarle los daños que puedan sufrir los productores de alimentos”, continuaron.
En ese sentido, consideraron que desde la administración nacional no hacen nada por reivindicar el valor que la actividad productiva agropecuaria tiene para el país y la sociedad en su conjunto, y que sólo le interesa “asfixiarla y exprimirla fiscalmente” para hacerse de recursos genuinos que el Estado es incapaz de generar, pero eficaz y certero a la hora de su “despilfarro sistemático y grosero”.
Además, mencionaron que a los repetidos ataques a silobolsas y los incendios intencionales que vienen padeciendo los productores agropecuarios en la Argentina, se le deben sumar los “descuidos accidentales” que producen cuantiosos perjuicios económicos y ambientales, daños de los que nadie se hace cargo.
“Mención y reconocimiento aparte merecen los bomberos voluntarios, cientos de héroes anónimos y desinteresados que ponen en riesgo su vida por amor a su vocación de servicio a la comunidad. La inmensa mayoría de servidores públicos que congestionan despachos y oficinas de todos los niveles de gobierno deberían imitarlos”, opinaron.
Por otra parte CRA recordó que mientras tanto, los proyectos legislativos para condenar los hechos de vandalismo agropecuario continúan demorados, a la espera de resolución de una agenda que parece sólo abocada a resolver las urgencias de una reforma judicial planteada a la medida del poder de turno.
“Extraña confusión de roles: ciudadanos soberanos devenidos en súbditos de un poder vicepresidencialista caprichosamente autoritario que ha encontrado en la crisis sanitaria el pretexto perfecto para avanzar despiadadamente sobre libertades individuales y arremeter contra las instituciones republicanas en un desesperado intento por garantizar su impunidad”, reflexionaron, al tiempo que apuntaron que todas las demás verdaderas urgencias como pobreza, inseguridad, crisis económica, inflación, déficit fiscal, entre otras tantas, deben esperar. “Las causas judiciales apremian y la búsqueda de impunidad aparece como impostergable”, agregaron.
Por último mencionaron que se pregonan el aumento de las exportaciones y la generación de nuevos puestos de trabajo, pero que sin embargo nada se dice sobre cómo proteger al productor primario, eslabón fundamental sobre el que se nutre todo el resto de la cadena agroindustrial.
“Más temprano que tarde, todos los sectores, públicos y privados, deberán sentarse a discutir en serio un modelo de país sustentable e inclusivo, sin espacio para corruptos ni oportunistas”, concluyó la entidad.