El Ministerio de Desarrollo de la Nación informó que durante los siete primeros meses de la implementación del Plan Argentina contra el Hambre se ejecutaron 69.747 millones de pesos para asistir a los sectores más desprotegidos.
De ese total -precisaron- 2.277 millones fueron compras centralizadas; 4.092 millones fueron Fondos para provincias y municipios; 52.413 millones corresponden a la Tarjeta Alimentar; 3.345 millones fueron para comedores y merenderos; 7.301 millones para comedores escolares (19.432 escuelas); y 319 millones fueron para otros destinos.
Desde la cartera conducida por Daniel Arroyo, además, afirmaron que el primer instrumento del Plan Argentina contra el Hambre es la Tarjeta Alimentar, la cual se puso en marcha durante la primera semana de gobierno de Alberto Fernández, y está destinada a madres y padres con hijos menores de 6 años que reciban la Asignación Universal por Hijo; embarazadas que perciben la Asignación por Embarazo; y personas con discapacidad que reciben AUH.
La misma permitió llegar a 1,5 millones de titulares y alcanzó a 2,8 millones de niños. De ese modo, se invierten 7.000 millones de pesos mensualmente con una inversión acumulada de a julio pasado de 52.400 millones de pesos.
Paralelamente, se dio continuidad al financiamiento otorgado para el funcionamiento del Programa Pro-Huerta, transfiriéndose durante los dos primeros trimestres de 2020 unos 270 millones de pesos.
Por último, Desarrollo Social remarcó que también se dio cumplimiento a la legislación vigente (Ley 26.588 y su modificatoria Ley 27.196) y se comenzó a trabajar con las provincias con el objeto de transferir fondos para financiar proyectos que mejoren el acceso a los alimentos a titulares de derecho con diagnóstico de enfermedad celíaca en situación de vulnerabilidad social -se invirtieron 49 millones de pesos-.