La ley establece que “se deberá facilitar el ingreso a la provincia y a los municipios de familiares y seres queridos que provengan de otras jurisdicciones, ya sea para asistir a la persona que está transitando sus últimos días de vida o para asistir a una ceremonia fúnebre”.
También, autoriza “la realización de ceremonias y ritos fúnebres con las restricciones necesarias para garantizar el distanciamiento social y otras formas de cuidado indispensables para atender la salud pública en el marco de la pandemia”, y tendrá alcance para el sector público y privado de la salud en la provincia.
La diputada de Juntos por el Cambio, Karina Montecinos, explicó que “el proyecto surgió porque las personas se estaban muriendo en soledad” y agregó que “»la ley permitirá que no se eluda la responsabilidad de dar cumplimiento al derecho de la ciudadanía de ser acompañada y contar con el tratamiento humanizado correspondiente”.
Por su parte, la legisladora de la Democracia Cristiana, Elizabeth Campos, apuntó que “la norma permitirá dar un último adiós a los pacientes en el último tramo de sus vidas y apunta a humanizar a favor de los pacientes”.
Carlos Coggiola, también de la Democracia Cristiana, recordó que “la propuesta surgió por la situación que atravesó Pablo Musse, (vecino de la localidad neuquina de Plottier) a quien se le prohibió el ingreso a la ciudad de Córdoba luego de un largo viaje desde Neuquén para acompañar a su hija, Solange, quien transitaba una enfermedad terminal”.