El diputado Esteban Bullrich (PRO-CABA), considera que el espacio al que pertenece está preparado para pelear por el sillón de Rivadavia en las próximas elecciones. Aerolíneas Argentinas, Ciudad de Buenos Aires, Presupuesto 2010 y el nuevo Congreso nacional, otros de los temas que no escaparon de la opinión del legislador.
(Cuarto Intermedio – 8 de octubre de 2009) – ¿Cómo calificaría la situación actual de Aerolíneas Argentinas y Austral?
-Insólita, Aerolíneas es una suma de hechos insólitos: Seguimos esperando el plan de negocios, mientras tanto, perdemos $10 millones por día, a pesar de que seguimos poniendo plata. Tiene el doble de tripulación por avión que cualquier otra aerolínea. Gastamos medio millón de pesos por día en aviones que no vuelan porque fueron desmembrados para usar como repuestos. En vez de alquilar aviones, como hacen el resto de las compañías aéreas, los compramos al por mayor (20 le estamos comprando a Embraer y otros tantos a Airbus.) Pero lo más insólito es que esos aviones no salen del país por miedo a ser embargados. Aunque teóricamente no nos pueden embargar porque Aerolíneas, por insólito que parezca, aún no son Argentinas, sino de Marsans. ¿Piensa que la designación de Mariano Recalde contribuyó a su reordenamiento?
-Creo que el Gobierno, como sucede en el ajedrez, reacomodó sus piezas, cambió un peón por otro porque uno le garantizaba mejor trato con los gremios. El resto sigue sin cambios significativos. El propio Mariano admitió la situación caótica y la fuga de dinero que las empresas significan. A pesar de las advertencias que da su propia gente, el gobierno insiste en tirar plata en un agujero negro. El presupuesto 2010 prevé que las empresas tengan el mismo nivel de gasto que todo el Ministerio de Salud. Considerando que no son estatales, que no tienen plan de negocios, que no dan información de gastos y que el administrador designado advierte el caos actual, este desmanejo es claramente producto de casi dos años de corrupción. ¿Por qué Néstor Kirchner no expropió a Marsans y Cristina sí, si se tiene en cuenta que el actual gobierno ratificó prácticamente todas las políticas llevadas a cabo por el anterior? -La situación de Aerolíneas cuando Kirchner era presidente no era muy distinta a cuando Cristina anunció la estatización. Kirchner no lo hizo porque no lo necesitó. Después de todo, el país estaba creciendo a un ritmo acelerado. En cambio, a Cristina le tocó lo más difícil, cada vez los números cierran menos. Entonces hay que apelar a medidas de impacto, que evoquen el sentimiento nacional. Aerolíneas, el fútbol, son lo mismo. Pero deberían tener cuidado, la gente no come vidrio.
En el plano legislativo, ¿qué sectores cree que se deberían reforzar en el Presupuesto 2010 cuando el proyecto sea tratado en el recinto?
-Ante todo, no hay ley de presupuesto que valga mientras el Jefe de Gabinete pueda hacer lo que quiera, modificando destino y monto de las partidas que nosotros votamos. En este sentido, presentamos una propuesta alternativa que fija nuevos límites al Poder Ejecutivo para encarar modificaciones si es que algún programa de gobierno así realmente lo necesita. Pero principalmente, al Presupuesto 2010 le falta volver a la realidad, y arrancar de supuestos reales en cuanto a las proyecciones de recaudación, inflación, tipo de cambio, y endeudamiento. Hay que modificar la manera oscura en que se brinda ayuda social, con unificación de planes y no con maquillaje, donde noventa mil personas que cobraban el Plan Jefes y Jefas ahora pasarán el nuevo Plan de “cooperativas” a administrar por 10 intendentes del conurbano afines a los Kirchner. Por lo demás, devolver racionalidad al gasto público, concretar las obras de infraestructura en el Norte, rechazar el contrato de transmisión de fútbol con la AFA y atender la situación fiscal de las Provincias.
¿Cómo imagina el Congreso de la Nación luego del 10 de diciembre? -Al contrario de lo que imaginamos el 28 de junio, no va a ser fácil. El oficialismo, en vez de aceptar el mensaje de la gente, eligió profundizar este sinsentido que tenemos en el Congreso, donde salen leyes como si fuesen hamburguesas en un local de fast food, todo porque se les ocurrió a un Señor y a su Señora. Sin embargo, creo que algunas cosas van a cambiar. Por lo menos ahora, van a tener que aprender a escuchar.Por nuestra parte, desde la oposición, vamos a seguir trabajando en conjunto. Tanto el año pasado como este hemos logrado una mecánica de trabajo que, ya con la mayor representación que tendremos, nos permitirá inclinar la balanza en temas claves. En el ámbito metropolitano, Salud, Educación, Seguridad e Infraestructura, parecerían ser lo temas que más inquietan a los porteños. Dado que recientemente Mauricio Macri manifestó tener problemas con las arcas de la Ciudad, ¿qué alternativas barajan desde el PRO para atender a cada uno de estos puntos?
-Desde lo general hay una iniciativa para atraer inversiones por medio del Centro de Atención al inversor, evitando los obstáculos burocráticos, dar asistencia directa y resolver fácilmente las iniciativas de inversión en la ciudad.Luego, por ejemplo, en el caso de la Educación, hay un proyecto de venta de tres terrenos en catalinas norte para generar recursos para la compra de escuelas cuyos alquileres son un gasto significativo. Los recursos serían destinados a infraestructura educativa y mejoras de las escuelas actuales.Si se tiene en cuenta que la Policía Metropolitana depende pura y exclusivamente del presupuesto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ¿considera que el crecimiento de la fuerza pueda estar condicionado a lo que los números de lo recaudado en el año arrojen? -Para nada. Como ocurre con el Presupuesto Nacional, de un año a otro varía lo que se asigna a cada área, en función a lo ejecutado y, se destinan más recursos a las áreas que lo necesiten. Para el 2011… ¿apuesta a un Macri Presidente, o a su reelección al frente del Ejecutivo porteño?
-Apuesto a un Macri Presidente. Creo que en PRO ya estamos en condiciones de presentar una alternativa a nivel nacional.