Bajo estrictos protocolos sanitarios, alumnos de 45 días a 5 años; los primeros tres grados del primario y de modalidad Especial; y los primeros dos años del secundario iniciarán las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires.
Para el 22 de febrero, en tanto, lo harán los estudiantes de los últimos cuatro grados del primario y de la modalidad Especial; el 1° de marzo los estudiantes de los tres últimos años del secundario y de los últimos cuatro años de escuela técnica; el 8 de marzo los estudiantes de la escuela de adultos; y el 22 de marzo los terciarios y los institutos de formación profesional y de docentes.
“Está pasando lo que todos venimos esperando hace muchos meses: ver a los chicos y las chicas entrando a las escuelas para volver a la presencialidad. ¡Qué felicidad!”, celebró el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a través de su cuenta de Twitter.
Respecto a los protocolos, se implementarán de acuerdo a la realidad de cada escuela. No obstante, el uso de tapabocas y la toma de temperatura al ingresar a los establecimientos serán comunes a todas.
Por ejemplo, un protocolo detallado con pautas para garantizar la presencialidad cuidada contemplará cuestiones tales como que el ingreso a las escuelas va a ser escalonado cada 10 minutos; las burbujas van a ser el grado, sala, curso o año; la distancia social tendrá que ser de 1,5 metro como mínimo y para eso se hará una redistribución del mobiliario; y al entrar se les va a tomar la temperatura a todos los chicos, a la vez que se les limpiarán sus manos con alcohol en gel.
De la misma manera, el tapabocas será obligatorio desde sala de cinco en adelante y se les otorgará máscaras de acetato a los docentes; se mantendrán abiertas puertas y ventanas para la renovación del aire; habrán recreos pero sin contacto entre las distintas burbujas (pueden ser en horarios escalonados o en diferentes espacios, por ejemplo); algunas actividades, como las clases de educación física y de música, van a tener su protocolo específico; y quedarán suspendidos por el momento los grandes actos.
Por otra parte y en relación a las medidas en el transporte público y la movilidad, se reforzó la señalización en 1.700 paradas y refugios de colectivos. Además, se diseñó un protocolo para los micros escolares: van a tener que circular con las ventanillas abiertas, a todos los chicos se les va a tomar la temperatura antes de subir, y todos deberán usar tapabocas. Los conductores, por su parte, estarán separados por un plástico divisorio y sólo se admitirán chicos sentados.
En último lugar, se confirmó que volverá a funcionar el programa “Sube y Baja” en 140 escuelas, con el que se organiza el tránsito para aquellas familias que llevan a sus chicos en auto y se evita que los mismos suban o bajen de vehículos estacionados en doble fila.