La ley prohíbe el abandono, la quema en el campo, el enterramiento o la reutilización para un fin para el cual no fue creado, de los envases de fitosanitarios vacíos; y la comercialización o entrega de envases a personas o empresas por fuera del sistema autorizado.
Asimismo, tampoco permite el volcamiento, a cuerpos de aguas superficiales o subterráneas, de agua de lavado de envases, maquinarias, indumentarias, utensilios y cualquier otro elemento que hubiera sido utilizado o que hubiese estado en contacto con los mismos durante el manejo y aplicación. El agua, producto del lavado de estos envases, deberá ser reutilizada para nuevas fumigaciones, evitando además el desperdicio de este recurso.
Lo que se busca con la ley es el control de la contaminación, el manejo, almacenamiento, transporte y disposición final de las sustancias químicas de uso agrícola remanentes de las aplicaciones y sus envases vacíos.
El bloque de Igualdad y Participación se abstuvo de votar las modificaciones que establecen que la autoridad de aplicación de la ley serán el Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología y el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático. “Es engorroso desde lo administrativo que haya dos ministerios que tenga la responsabilidad de llevar adelante la legislación, estamos ante una norma ambiental, debería ser Medio Ambiente quien lleve adelante la aplicación de la legislación”, dijo la senadora Agustina Donnet.