Pocos saben que el nuevo juez de feria del fuero en lo Contencioso Administrativo, Ernesto Marinelli (quien reemplaza a la pesadilla del gobierno, Maria José Sarmiento) tiene cuentas pendientes con el kirchnerismo. Y de las gruesas…
(Cuarto Intermedio – 18 de enero de 2010)- Marinelli cumplirá 53 años el próximo 22 de abril. Trabaja en la Justicia desde hace 30 años, los últimos 16 como juez. Desde el inicio de la Era K aspira a ser camarista, sobre todo después de comprobar que colegas con menos historia y antecedentes ya llegaron a su objetivo.
Estuvo a punto de lograrlo cuando quedó primero en un concurso superando incluso al hoy procurador general del Tesoro Osvaldo Guglielmino, quien fue segundo. Guglielmino renunció a la postulación para ocupar su nuevo cargo y lo reemplazó en la terna Jorge Alemany, quien finalmente fue designado por Néstor Kirchner, apenas antes de que su esposa Cristina ganara las elecciones de 2007.
Mas cerca en el tiempo se presentó a un nuevo concurso, pero no le fue bien en el examen: sacó 20 puntos sobre 100 y quedó último. Objetó la corrección y obtuvo una medida cautelar por parte de la Cámara, que suspendía la designación de un juez, pero el gobierno apeló ante la Corte y, aprovechando el “efecto suspensivo” -tan debatido por estos días con las reservas y Redrado- del recurso, envió al Senado el pliego del juez de la Capital Federal Guillermo Fabio Treacy. Así, Treacy, quien como miembro del Jury contra la jueza Rosa Parrilli fue el único que votó en contra de su destitución, se convirtió el 13 de enero último en camarista, en el cargo al que aspiraba Marinelli.
Otros participantes de esos concursos tuvieron mejor fortuna que Marinelli: Alfredo Silverio Gusman y Jorge Eduardo Morán ya son camaristas. Al igual que Sergio Fernández, hermano del auditor general de la Nación Javier Fernández, señalado como “operador” del kirchnerismo en la justicia.