“El escenario cambió, es tiempo de diálogo y tarea en comisiones”

El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Horacio González, reconoce que 2010 será un año en el que el justicialismo deberá apelar a las... Por Cuarto Intermedio

El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Horacio González, reconoce que 2010 será un año en el que el justicialismo deberá apelar a las fuerzas opositoras. Y asegura que nunca recibió presiones ni reclamos de Scioli para tratar proyectos.

(Cuarto Intermedio – 19 de enero de 2010)- Reelecto en diciembre pasado para seguir al frente de la Cámara baja provincial por dos años más, el titular de Diputados bonaerense, Horacio González, subraya que el fuerte revés recibido en las urnas por el oficialismo en las últimas elecciones legislativas y el cambio del escenario parlamentario consiguiente hacen que 2010 sea “un año de consensos y de búsqueda de diálogo”.

El dirigente oriundo de Ituzaingó, donde responde al mando político del intendente local, Alberto Descalzo, asegura además que en la Cámara que preside no se impulsará el tratamiento de proyectos de división de partidos como sucedió con Lezama que fue, dice, “un caso excepcional".

Teniendo en cuenta el cambio de escenario parlamentario, ¿cómo avizora el funcionamiento de la Cámara en 2010?

-Uno de los escenarios que veo para 2010 es la profundización del trabajo en comisiones, que tienen que tener un funcionamiento constante. Más allá de que en el recinto los legisladores tienen la obligación de decir lo que sienten y piensan, es importante que el debate previo se profundice y todos los diputados tienen que estar presentes en las comisiones.

Muchas veces se definió a usted mismo como un hombre de consensos ¿Cree que este año deberá reforzar ese rol?

-Estoy convencido de que el cargo institucional que desempeño es muy importante y, por lo tanto, yo debo estar por encima de intereses particulares y priorizar la calidad de la Legislatura. Lógicamente que tengo mis ideas políticas y que soy un hombre que acompaña al Gobierno, pero eso no puede hacer que mis responsabilidades al frente del cuerpo se distorsionen. El año pasado muchos preveían fuertes complicaciones al transitar un año electoral, pero gracias a la predisposición de todos los bloques políticos nuestra labor jamás se interrumpió. Fíjese lo que pasó con la ley de nocturnidad, que si bien fue enviada por el Ejecutivo, el gran trabajo hecho en las comisiones del Cuerpo ha permitido sancionar por unanimidad una normativa amplia y con el aporte de todas las bancadas. Acá no vienen proyectos para ser votados a libro cerrado, sino que se trabaja con papeles y se intenta por todos los caminos arribar a los acuerdos que contemplen las ideas tanto del oficialismo como de la oposición. Estoy convencido de que el camino es el consenso.

¿Cómo definiría la relación con el gobierno de Daniel Scioli?

-A lo largo de 2009 no he tenido por parte del Ejecutivo ningún reclamo ni 'apuro' para el tratamiento de ninguna norma. Y eso seguirá igual.

Tras el caso de Lezama mucho avizoran que puede llegar un verdadero aluvión de proyectos independentistas o separatistas a la Legislatura bonaerense. ¿Usted lo cree así?

-Lo de Lezama fue un caso excepcional, porque no se trató de una división o del otorgamiento de una independencia, sino de la devolución de una autonomía. Creo que primero debería aprobarse una ley marco para analizar estos casos antes de que se traten proyectos en particular.

En su discurso luego de jurar nuevamente como presidente hizo referencia a la necesidad de que la Provincia recupere los puntos de Coparticipación Federal perdidos ¿Como cree que se dará este debate en este año?

-Yo lo que he dicho es que nuestra Provincia siempre ha estado a disposición de la Nación y de las otras provincias. Es importante que la Argentina toda reconozca que Buenos Aires necesita ese apoyo y esos recursos que alguna vez hemos volcado a la Nación, porque así lo requería el momento, pero que hoy es indispensable que el país entero comprenda que este reclamo tiene que ver con la calidad de vida que hombres y mujeres de nuestro territorio añoran.