El Gobierno porteño anunció que los agentes de la Policía de la Ciudad ya comenzaron a portar las nuevas pistolas Byrna, las cuales funcionan con aire comprimido y permiten desactivar una amenaza a 20 metros de distancia.
“Estas armas hacen la diferencia a la hora de proteger a nuestra policía y a los vecinos, y también a la hora de disuadir y neutralizar a los delincuentes. Ahora, el policía tiene una instancia preventiva más, antes de que el delincuente saque su arma”, manifestó el alcalde porteño, Jorge Macri.
Caber señalar que las pistolas de letalidad reducida se ponen a disposición de los policías de la Ciudad a medida que se capacitan y que ya hay 385 efectivos listos para usarlas (en octubre van a estar operativas la totalidad de las 500 Byrna disponibles).
Las nuevas armas de baja letalidad -que se suman a las pistolas Taser- son de color naranja y pueden lanzar proyectiles cinéticos totalmente sólidos, químicos u orgánicos (por ejemplo, balines que al impactar se fragmentan y liberan una sustancia parecida al gas pimienta).
Además, tienen la finalidad de incapacitar momentáneamente o disuadir a una persona que pone en riesgo a sus víctimas, a los policías y a sí mismo.