Se suspendieron operaciones y contrataciones y hay moras en los pagos de las ya pactadas por la medida de fuerza de las empresas de transporte de carga de cereales.
Un paro de las empresas transportistas de carga, más puntualmente de cereales, que ya lleva casi dos semanas de vigencia, comenzó, por un lado, a afectar las economías locales de algunas regiones del interior bonaerense, mientras que, por otro, el conflicto empezó a cobrar alta temperatura en términos políticos.
La medida de fuerza de los transportistas, fundada en un pedido de aumento de las tarifas que cobran por el servicio, comenzó el 4 de este mes y paraliza desde entonces el envío de cereales desde los acopiadores a los puertos de embarque de las exportaciones, a fábricas que utilizan producción agrícola como insumo y a los molinos, entre otros sectores.
Y esta falta de transporte y por ende de entrega de granos ya vendidos genera, según señalan intendentes de las zonas más perjudicadas -principalmente, Necochea, Balcarce, Tres Arroyos, Bragado, Olavarría, Azul y Lobería- un circuito económico negativo, que empieza con los productores y acopiadores, que no pueden cobrar esas ventas y por lo tanto han comenzado a demorar pagos de vencimientos bancarios y comerciales.
En los distritos afectados señalan que la suspensión de operaciones y contrataciones y la mora en los pagos de las ya pactadas, de parte de productores y acopiadores, afecta a los más diversos sectores comerciales y de servicios.
En ese marco, por caso, el puerto de Quequén, en Necochea, está paralizado desde hace dos semanas, donde los transportistas aplican además un bloqueo de accesos. “Se está comenzando a sentir la falta de combustible, de gas envasado y de alimento para criaderos, entre otras derivaciones que provocan un resentimiento del comercio local”, dijo el intendente de ese distrito, José Vidal.
Varios molinos de la Provincia de Buenos Aires, a su vez, hace varias jornadas que no trabajan por falta de granos y en algunos casos han suspendido personal. Y en Balcarce, la fábrica de una de las marcas más conocidas de papas fritas y precocidas también suspendió la actividad.
Por su lado, los transportistas comenzaron en las últimas horas a intensificar los bloqueos y piquetes en las rutas, y amenazan con profundizar esa modalidad de protesta en la ruta 2, en consonancia con el mayor flujo de tránsito que genera en esa autovía el movimiento turístico por las vacaciones de invierno.