Las viejas sombras del secuestro del entonces joven empresario Mauricio Macri, en 1991, vuelven a complicar la vida de un juez que sobrevivió a las turbulencias políticas y judiciales de las últimas dos décadas.
En la última hora, el procurador general adjunto, Eduardo Casal, le recomendó a la Corte Suprema de Justicia que revoque un fallo que sobreseyó al juez de instrucción Luis Zelaya, acusado de haber omitido investigar a policías imputados por haber torturado a otros uniformados para que confesaran el secuestro de Macri.
Casal opinó que el fallo de la Sala Primera de la Cámara del Crimen, que ratificó el sobreseimiento de Zelaya, debe ser dejado sin efecto pues los testimonios de quienes prestaban funciones en el juzgado al momento de los hechos revelaron cómo se habría manejado el juez en la investigación, pero no fueron tomados en cuenta por cuestiones formales.
Ello “implica un trato desigual sin fundamentos explícitos, pues presupone que existen mayores posibilidades de que manifestaciones como las expuestas sean formuladas a quienes tienen los cargos más altos del escalafón”, expuso Casal, al rechazar que los testimonios no hayan sido tomados en cuenta a la hora de resolver la situación del juez.
Casal recordó, además, que Zelaya demoró casi 12 años en dictar el procesamiento con prisión preventiva de ocho funcionarios policiales, quienes se encuentran en camino del juicio oral y público y lograron la libertad, en gran parte de los casos, después de pasar dos años en la cárcel.
Los policías acusados de torturas habían obtenido la “confesión” del ex sargento Juan Carlos Bayarri, quien pasó 13 años preso condenado por el secuestro de Macri, hasta que la Cámara Federal anuló la causa porque comprobó que había sido sometido a apremios ilegales para autoincriminarse.