En el juego infantil del “poliladron” está claro quién es quien. Pero en la realidad, las cosas no son tan claras…
La Corte Suprema de Justicia acaba de confirmar una condena contra un policía rionegrino por “peculado”, ya que habría intentado suministrar armas reglamentarias de la fuerza y chalecos antibala a una banda de delincuentes locales.
Como se trata de elementos provistos por el Estado local, y forman parte del patrimonio, se le aplicó la figura del “peculado”. Pero como no llegó a concretarse la entrega, no se le aplicó complicidad ni participación en la organización.
El máximo tribunal rechazó un recurso de queja presentado por la defensa del condenado en 2009 por los episodios ocurridos en la localidad rionegrina de General Roca.
El uniformado fue condenado a tres años de prisión de cumplimiento efectivo e inhabilitación absoluta perpetua para ejercer funciones públicas. El fallo de primera instancia fue dictado por la Cámara Segunda en lo Criminal de la Segunda Circunscripción Judicial de General Roca y confirmado en apelación por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro.
Según se desprede la causa, el efectivo policial habría intentado suministrar pertrechos (dos armas, dos chalecos y un equipo de comunicación) para la banda a través de una tercera persona, que fue quien denunció el hecho.