La jueza María Servini de Cubría había procesado por el presunto delitos de “dádivas” a funcionarios policiales que presuntamente cobraban para avisar al dueño de un boliche nocturno cuando le iban a realizar inspecciones.

Esa metodología es harto conocida en tribunales, a tal punto que el juez Juan Ramos Padilla, instruye lentamente una megacausa en la que aparecen involucrados muchos funcionarios y gestores.

Pero a contramano de esa investigación, la Sala Primera de la Cámara Federal revocó el procesamiento y lo cambió por “falta de mérito” a favor de Martín Ignacio Marrón, el empresario dueño del local “Fantasía”.

La jueza inicialmente sobreseyó a Marrón al considerar que el “autoencubrimiento” no era punible, pero el fiscal apeló y la Cámara consideró que la medida de la magistrada era “prematura” y que debía ahondarse la investigación, tras lo cual Servini dictó el procesamiento, ahora revocado.

De modo que la magistrada deberá seguir investigando, aunque no está claro qué, y en qué dirección, porque la Cámara no se lo ha indicado expresamente.