El juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario número siete, Osvaldo Otheguy, condenó al gobierno porteño a suministrarle a un vecino sobreviviente a un tumor cerebral (pero con graves secuelas que lo convierten en un paciente psiquiátrico incapacitado para trabajar), “alojamiento hasta tanto supere su situación de emergencia habitacional”.
El magistrado sostuvo que el gobierno porteño, “además de atender monetariamente a los inscriptos en el programa por un determinado lapso, asume el compromiso de orientar a los beneficiarios de tales subsidios en la búsqueda de estrategias superadoras de su situación de carencia habitacional. No basta, según la ley vigente, con la asistencia a través del subsidio, sino que la Administración está obligada a hacer algo más”.
En este caso, se trata de un “paciente psiquiátrico que desde 2001 como secuela de dos intervenciones quirúrgicas cerebrales que sufrió, enfermedad que implica una discapacidad ocupacional del 47% y afectiva del 26%, no puede generar su propio sustento; y además la medicación y el tratamiento debe recibirlos de por vida”. Tiene 46 años de edad y “actualmente realiza changas como albañil, pintor y colocación de estanterías. Ha presentado Curriculum Vitae en diferentes lugares, y aunque quiera trabajar en este momento, no se encuentra en condiciones de hacerlo por su estado de salud”.
El fallo indica que el gobierno, además de brindarle medios concretos para sobrevivir, debe suministrarle herramientas para que esos subsidios no sean eternos y el hombre pueda, por sus propios medios, superar su situación actual.