Tras las denuncias que recibió la ministra el pasado fin de semana, el gobierno nacional tomó nota de lo sucedido y entendió que deberá reforzar sus defensas. Según dicen, asimiló que pese a contar con la carta del “7 D”, de todas formas la prensa opositora le hará “marca personal” a cada uno de sus pasos.
Las denuncias contra la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, que efectuara el programa “Periodismo para Todos” de Jorge Lanata por su presunto paso en la función pública de Santa Cruz durante la última dictadura militar, y también aquellas que tratan sobre supuestas irregularidades cometidas por la cartera que conduce con el plan “Argentina Trabaja”, cayeron de muy mala manera en el kirchnerismo puesto que afecta las imagen de quien figuraba como una de las principales candidatas que presentará el oficialismo en las próximas elecciones.
Si bien la ministra realizó su descargo por la red social Twitter tras los informes periodísticos del domingo, no hizo alusión directa al tema por el que se la acusaba y solo descargó su furia (como habitualmente lo hace el resto de los ministros y la prensa adicta) contra al Grupo Clarín. “Por ambición mercenaria el grupo del Monopolio tergiversa con clara intencionalidad. La calumnia tiene un sólo nombre COBARDÍA”, escribió la hermana del fallecido ex Presidente, que luego agregó: “Como bien dice @CFKArgentina ´La Cadena ilegal del desanimo tiene fecha de vencimiento: #7D´. Se ve que les duele la dignidad de un pueblo!”.
Ahora, desde el gobierno nacional tomaron nota de lo acontecido el pasado fin de semana e intentarán no exponer innecesariamente a quienes barajen para encabezar las listas legislativas del próximo año, dado que saben que tanto Clarín como algunos dirigentes de la oposición pondrán la lupa sobre ellos en ocasión que se los mencione (y por sus pasados, según de quien se trate) para debilitarlos frente a la opinión pública. De hecho, circuló la versión de que se mandó a medir la imagen de Alicia y que los resultados variaron en función a la “simpatía” de las encuestadoras para con la Casa de Gobierno (por tanto, no se pudo obtener una lectura real o precisa).
Es por ello que los principales referentes del armado kirchnerista, ya anoticiados por la propia Casa Rosada de que “guarden sus formas” frente a la embestida mediática opositora, tendrán la difícil tarea de trabajar sobre los futuros candidatos en la mayor de las reservas para evitar cualquier tipo de desgaste previo. Una vez ungidos, deberán cuidarlos y también tenerles preparada siempre a mano la contraofensiva para el caso que reciban los primeros cuestionamientos.
Cualquier similitud a técnicas bélicas, desde ya es pura coincidencia…