Finalmente, un sector importante de la sociedad decidió salir a las calles para protestar contra el modelo político y económico de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La oposición, como no podía ser de otra forma, ovacionó de pie a los manifestantes.
“Quédense tranquilos que nerviosa no me van a poner”, manifestó la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner desde un acto en la provincia de San Juan, mientras miles de personas autoconvocadas se congregaban en los principales puntos de la Capital Federal y del interior del país para reclamarle al Ejecutivo nacional por temas como la inseguridad, el cepo al dólar y la re-reelección.
La movilización, que fue motorizada a través de las redes sociales (Facebook y Twitter), se desarrolló sin incidentes, y si bien no fue secundada por columnas identificadas con algún partido político en particular, sí se hicieron presentes en la Plaza de Mayo dirigentes de la oposición como Patricia Bullrich, Sergio Bergman y Eduardo Amadeo, entre otros. Sin embargo, el grueso del arco opositor prefirió acompañar el reclamo ciudadano a través de los medios de comunicación y, en todo caso, “recoger el guante” al otro día para sacarle el mayor “jugo” posible a lo que había sucedido. “La gente se dio cuenta que somos más y que no éramos tan pocos como nos decían… Espero que la Presidenta tome el mensaje y que no volvamos con que vamos a profundizar el modelo”, dijo el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en declaraciones a una radio. Por su parte, otro referente de la oposición, el ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, desempolvó una proclama que la gente realizaba en el 2001, en ocasión de la caída del gobierno de Fernando De la Rúa: el “que se vayan todos”. Pese a que el ex mandatario provincial expresó que “todos tenemos algo de culpa de la realidad” (en alusión a la clase política), “el pueblo nuevamente pidió que se vayan todos y hace diez años que no se fue nadie”.
Desde el lado del oficialismo, extrañó la mesura en los dichos del senador Aníbal Fernández (¿habrá recibido una llamado de la Presidenta para que contenga su verborragia?), ya que evito todo tipo palabras “filosas” para con los que participaron de la marcha. “Hubo una manifestación importante… El gobierno toma nota de cada una de ellas; sean un montón o 25 personas paradas en la puerta de un estamento del gobierno que expresen determinada queja”, dijo el ex jefe de Gabinete.
¿Qué medidas adoptará la Presidenta en función a los reclamos recibidos, teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones legislativas? Al igual que a Néstor Kirchner, de quien se decía que lo incomodaban las protestas frente a la Casa Rosada, ¿intentará conciliar la relación con la clase media atendiendo el problema de la inseguridad y postergando el debate de la reforma constitucional hasta tanto los ánimos se calmen? Seguramente, estás serán algunas de las cuestiones que se discutirán en la “mesa chica” de Cristina y que luego, por qué no, arroje algunas de las respuestas a través de la Cadena Nacional…