Desde esas bancadas buscan un acuerdo con el oficialismo para “canjear” respaldos en el tratamiento de la norma impositiva.
El gobierno bonaerense deberá enfrentar una compleja negociación con los bloques de diputados de la oposición, que exigirán una serie de condiciones para destrabar la aprobación de la reforma impositiva que la administración de Daniel Scioli enviará a esa Cámara en las próximas semanas y con el que busca incrementar en unos 1.200 millones de pesos la recaudación para lo que resta del año.
El proyecto incluye un aumento del Inmobiliario Urbano para los inmuebles de alta valuación fiscal y la posibilidad de establecer un “cobro anticipado” del impuesto a los Ingresos Brutos correspondiente a las primeras cuotas de 2013. Pero además, contemplará una mayor presión impositiva sobre los countries y clubes de campo y la adopción de una serie de medidas para cobrarles Ingresos Brutos y Sellos a los denominados “pooles de siembra”.
Según el acuerdo sobre el que vienen trabajando, desde esas bancadas condicionarán el acompañamiento al proyecto que se elabora por estas horas en el ministerio de Economía a que el gobernador Scioli se pliegue al reclamo que impulsaron desde la oposición para que la Provincia deje de adherir al Pacto Fiscal firmado en 1992 por el que Buenos Aires cede el 15 por ciento de los ingresos que le corresponderían en concepto de coparticipación federal de impuestos.
Ese acuerdo se estableció durante el gobierno de Carlos Menem para asegurar el financiamiento de las AFJP. Con todo, pese a la estatización del sistema previsional, la Provincia de Buenos Aires sigue cediendo ese porcentaje, que según denuncian desde la oposición, representa unos 5.100 millones de pesos anuales.
Con ese planteo, los presidentes de los bloques de la UCR, el FAP, la Coalición Cívica, el Pro Peronismo y Celeste y Blanco de Francisco De Narváez, se presentaron la semana pasada ante la Corte Suprema de Justicia en el reclamo iniciado por Córdoba en torno a los fondos retenidos por el gobierno central.
Según trascendió, en los últimos días representantes de bloques opositores aceitaron los contactos y acordaron “hacer valer” el peso de la mayoría con el que cuentan en la Cámara baja: 46 sobre 92 bancas, sin contar a la bancada de Nuevo Encuentro, que acompañaría al Frente para la Victoria.
“Los opositores encontramos una política de Estado común. Scioli puede seguir colocando parches o tratar de solucionar el problema estructural, que son los fondos que se queda la Nación”, dijo en declaraciones periodísticas el jefe del bloque del FAP, Marcelo Díaz.
“No estamos pensando en acorralar a Scioli, pero tampoco avalamos que se acorrale con impuestos a 16 millones de bonaerenses”, dijo por su parte Mónica López, presidenta del bloque de Celeste y Blanco y autora del proyecto de ley para denunciar el pacto fiscal.
En paralelo, desde el bloque de diputados del FAP condicionaron el acompañamiento al ajuste impositivo a que el gobierno bonaerense acepte debatir reformas a la Ley Electoral. Concretamente, según explicó el diputado de ese bloque Abel Buil, piden que la norma establezca el sistema D’Hont para el reparto de las bancas de legisladores provinciales, en vez del mecanismo de cocientes que se aplica en la actualidad.