La diputada nacional Dulce Granados sumó un aporte oportunista a la temática candente de la violencia de género: propuso eliminar la posibilidad de que los acusados por situaciones de esa naturaleza puedan beneficiarse con la “probation”.
La “probation” es un mecanismo alternativo de resolución de conflictos que no deja antecedentes para quien se someta durante un período determinado a reglas de conducta y tareas de utilidad pública.
“Con esta reforma y teniendo presente que la Argentina adhirió a tratados internacionales en contra de la violencia de género, la aplicación de criterios de oportunidad y medidas procesales que dan por tierra con el proceso penal del golpeador, colisiona con el compromiso asumido por el Estado Argentino de prevenir, investigar y sancionar hechos de violencia contra la mujer”, fundamentó la legisladora su proyecto, que contó con el aval de sus colegas Carlos Kunkel, José María Díaz Bancalari, Luis Cigogna, Héctor Recalde, Oscar Martínez, Norma Abdala de Matarazo, Guillermo Carmona, Maria Zamarreño, Blanca Blanco de Peralta, Maria Inés Pilatti de Vergara, Sandra Mendoza y Julia Perié.
La iniciativa apunta a que el acusado por violencia familiar vaya a juicio. “El proceso desde ya es control, es el ámbito donde se proveen los conocimientos teóricos, técnicos necesarios para comprender y aplicar la norma. Estamos ante una problemática que exige un tratamiento interdisciplinario”, señalaron.
Además, la suspensión del juicio puede enmascarar una situación que persiste y, en ocasiones, termina en situaciones de lesiones graves o incluso homicidio.