Una jueza correccional de la localidad bonaerense de Campana condenó a siete meses de prisión a un delegado gremial de la línea 60 de colectivos despedido por la empresa, por presunta “violación de domicilio”, ya que siguió concurriendo para realizar sus tareas sindicales.
Así lo informó la CADEP (Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo), una organización especializada en cuestiones vinculadas con los derechos sociales y de los trabajadores, que precisó que la condena recayó sobre Marcos Siriscevic, chofer de la línea 60.
Siriscevic fue despedido en marzo de 2012 pero continuó concurriendo a la cabecera que la empresa tiene en Ingeniero Maschwitz a reunirse con los delegados en la Sala Gremial. Simultáneamente, continuaba el juicio de reincorporación iniciado por el trabajador, que busca la nulidad del despido argumentando que se trató de “una represalia por su actividad sindical” y en el que obtuvo una “medida cautelar que ordena su reincorporación provisoria y le reconoce su carácter de activista sindical”, explicó la CADEP.
En agosto de 2012, la empresa denunció a Siriscevic por ingresar sin su autorización a la cabecera de Ingeniero Maschwitz, en lo que constituiría una “violación de domicilio”.
El expediente llegó a juicio oral, en el que el tribunal unipersonal integrado por la jueza Raquel Slotolow dictó la condena contra el chofer.