Más allá de lo que indiquen algunas crónicas periodísticas, el propio magistrado está preocupado porque, a diferencia de lo que esperaba, siente que el kirchnerismo le soltó la mano y que su suerte en el Consejo puede ser la peor.

«Se van a equivocar si piensan que la opinión pública va a soportar que este tema se extienda en el tiempo”, apuntó el consejero y representante parlamentario de la Unión Cívica Radical (UCR), Oscar Aguad, contra su par kirchnerista Marcelo Fuentes. Esa frase “tribunera” pareció dejar en off side a los “K”, en una suerte de maniobra dilatoria para proteger a Oyarbide. No fue así.

A pedido del consejero abogado Alejandro Fargosi, el plenario del Consejo discutió la posibilidad de suspender a Oyarbide sin concederle el derecho a la defensa. Nunca en el Consejo se adoptó una decisión así, puesto que en ese caso se alteraría el derecho a defensa en juicio y todo lo que se hiciera a posteriori sería nulo. Es decir que si a Oyarbide lo hubieran suspendido la semana pasada, el jury en su contra se hubiera caído rápidamente y no habría posibilidades de destitución por el caso de la financiera allanada.

El diputado oficialista Carlos «Cuto» Moreno advirtió: “Es incoherente llevar a cabo una suspensión en este caso: Oyarbide tiene derecho a la defensa como cualquier otro magistrado. Se puede realizar la citación, se pueden pedir medidas de prueba pero es incongruente suspender a alguien antes de su acusación”.

Fargosi advirtió que se había equivocado y se corrigió parcialmente: «Hay que respetar el proceso debido, pero desde que formo parte de este organismo ya he visto decenas de denuncias contra este juez que terminan en la nada y a esta altura me parece inaceptable, por eso pido que se lo suspenda hoy mismo”.

El consejero Mario Cimadevilla, senador por la UCR, volvió con el tema de la defensa “K” al juez: “Si quieren defenderlo háganlo, pero yo no entro en sus juegos y sus negocios”.

Lo cierto es que Oyarbide no fue suspendido la semana pasada, y probablemente tampoco lo sea en los próximos días, pero el juez sospecha que esta vez no zafará del juicio político.