Una muestra de la Fundación de Estudios Políticos, Económicos y sociales para la Nueva Argentina indica que la justicia federal y la penal económica de la Capital Federal decomisaron durante un semestre apenas 124 kilos de drogas, entre marihuana y cocaína, y sólo 58 pastillas y 538,95 gramos de estupefacientes sintéticos.
“No se detectaron causas en las que se haya levantado el secreto bancario o impositivo al estarse investigando el patrimonio de los imputados. Sólo se ha constatado en una causa de uno de los juzgados federales la existencia de un ‘arrepentido’. No existió ninguna causa en la que hubiera actuado un ‘agente encubierto’. Ni en el fuero Penal Económico, ni en el Federal, se detectó que en las causas relevadas se haya utilizado la ‘entrega controlada’ como herramienta de investigación”.
Así lo consignó la Fundación de Estudios Políticos, Económicos y sociales para la Nueva Argentina (FEPESNA).
FEPESNA realizó la investigación en el primer semestre de 2011 a pedido del Ministerio Público Fiscal de la Capital Federal. En el período analizado, sólo en el fuero federal porteño (12 juzgados y 24 secretarías, dos por tribunal) “se concretaron 2.499 procedimientos policiales que se convirtieron en igual número de causas penales. Se detuvieron 2.971 personas”. Gran parte de esos expedientes se resolvieron en tiempos breves, y de acuerdo con las conclusiones de la muestra, en especial sobre “la manera en que se concluyen las causas, particularmente las del fuero federal, existen en proporción muy pocas elevaciones a juicio oral y público”.
“Para maximizar las ganancias del tráfico, esta baja de concentración es compensada con sustancias que potencian sus efectos estupefacientes. En el período relevado se han detectado cortes en general con sustancias anestésicas como novocaína, benzocaína, provocaína, aminopirina y fenaceita, sustancia esta última retirada de algunos mercados farmacéuticos, por ejemplo España, por sus efectos tóxicos”, explica el trabajo.
Acaso lo más llamativo sea que la Justicia argentina no sabe qué es el “paco”. El trabajo consigna que “en los tribunales federales que investigan y reprimen el tráfico de estupefacientes no se puede determinar qué es el ‘paco’ porque los laboratorios químicos no lo informan. En el laboratorio CENATOXA, perteneciente a la cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y la Cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina, ambas de la UBA, descubrieron que en las muestras de presunto ‘paco’ analizado la cocaína se halló en forma libre, la cual es utilizada para ser fumada”. Es decir que no se trata de un “desecho” sino de la propia droga, aunque en cantidades ínfimas, cuya característica es “su baja solubilidad en agua, ausencia de iones de cloruro y sulfato”.
“De esto se desprende que el ‘paco’ se fabrica a partir de la pasta base y que la falta de mayor refinación incide en la toxicidad de la sustancia”.