Un juez de Menores dispuso medidas especiales de protección para un niño de 14 años de edad involucrado en múltiples episodios delictivos y criticó la estigmatización como “delincuente” que le endilgan los medios de comunicación.
El fallo, dictado por el juez de Menores de Catamarca Rodrigo Morabito, está relacionado con un niño que se vio involucrado en casos de lesiones leves, amenazas, hurto y daños, y que además es hermano de un detenido por causas similares, apodado por los medios locales como “Niño Jota”.
El juez reconoció que los hechos que involucran al menor “se tratan de delitos contra la propiedad y, en mayor medida, de delitos contra las personas, en este caso, lesiones que revelan el alto grado de agresividad del joven”.
Pero subraya que el niño sufre “falta de contención y disfuncionalidad familiar (padre privado de la libertad, madre como único sostén económico), marginalidad, deserción escolar, consumo problemático de sustancias psicoactivas, episodios de violencia familiar, denunciado en múltiples oportunidades, demorado y trasladado por las fuerzas de seguridad, derivaciones a instituciones estatales de resguardo, el reclutamiento por parte de algunos adultos para la comisión de delitos”.
La propia madre del menor admitió ante las autoridades locales que “es muy peligroso para los vecinos e inclusive para él (…) el hecho de estar en la calle, ya que la mayoría de estos amenazó con prender fuego mi casa”.
El juez determinó que se trata “de un adolescente que se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema, ergo es vulnerable simplemente por ser adolescente, pobre, adicto, estereotipado, discriminado, en ocasiones privado de libertad y en constante conflicto con la ley penal”.
A ello se le suma la estigmatización de los medios, que lo definen como un “niño delincuente”.
El juez dispuso “sugerir a la Autoridad Administrativa a cargo del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes que respecto del adolescente proceda de manera urgente a la evaluación y aplicación de las medidas de protección integral de derechos” y eventualmente determine “medidas excepcionales” para facilitar que salga de la situación en la que se encuentra.
En ese sentido, recomendó que “se ponga inmediatamente en marcha, un plan estratégico que sostenido en el tiempo esté orientado a la asistencia integral, rehabilitación e integración del adolescente”.