La entidad desplegó más de cien personas en varios establecimientos educativos para seguir de cerca el desarrollo de las elecciones y comprobar, eventualmente, alguna anomalía en cuanto a su organización. Realizaron, además, una encuesta sobre el uso de la Boleta Única Electrónica.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires realizó un relevo por casi cien escuelas porteñas durante la jornada de votación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales para verificar el desarrollo de las mismas e indagar sobre cuestiones como la capacitación de las autoridades de mesa, la accesibilidad a los cuartos oscuros, si hubo o no faltantes de boletas, y los horarios de apertura y cierre de las mesas, entre otras cuestiones.
Por medio de un equipo conformado por 150 observadores, además, realizaron un relevamiento entre los ciudadanos para consultarlos sobre cuánto tiempo demoraron en emitir su voto, y si a la hora de hacerlo preferirían en un futuro el sistema tradicional o el de la Boleta Única Electrónica utilizado recientemente en la elección para jefe de Gobierno porteño.
“Sobre 13.692 consultados al cierre de los comicios, en promedio, más del 81 por ciento de los electores de todas las edades prefirió el sistema de Boleta Única Electrónica al de la tradicional boleta de papel a la hora de sufragar”, precisó el Defensor del Pueblo, Alejandro Amor, sobre los resultados de la encuesta.
Asimismo, el ombudsman porteño resaltó que los que más propicios se mostraron a implementar el sistema de Boleta Única Electrónica a nivel nacional fueron los adolescentes de 16 y 17 años que debutaron en las urnas el pasado domingo, con el 86, 3 por ciento, mientras que los de más de 60 fueron los que menos la eligieron para esa instancia, con el 71, 8%.
Por otra parte y en relación a la preferencia entre uno y otro sistema de elección, la Defensoría del Pueblo agregó que los que optaron en mayor proporción por el sistema electrónico fueron quienes tienen entre 18 y 30 años, con el 80 por ciento, que también lo consideraron como el método más fácil de utilizar, con el 82, 2%.
“Los jóvenes de 16 a 17 años son quienes más seguros se mostraron a la hora de evaluar el flamante sistema electrónico: el 67,1 % lo calificó como más confiable que el de la boleta de papel. Quienes tienen entre 31 y 60 años y más de 60 se mostraron más escépticos respecto de la BUE, con el 49, 2% y el 44, 9% de apoyo, respectivamente”, se detalló en el informe.
Amor, por último, consideró que la incorporación de tecnología fue aceptada por el electorado porteño. “Ahora debemos concentrarnos en lograr que la nueva herramienta esté al servicio de la celeridad de los comicios y el escrutinio pero, sobre todo, en que garantice la plena seguridad de todo el proceso electoral. La sociedad necesita y merece un sistema moderno, ágil, transparente y seguro para votar”, completó.