La Corte Suprema confirmó la condena a 13 años de prisión para un médico acusado de haber asistido a una sesión de tortura en un campo clandestino de detención durante la dictadura, que causó finalmente la muerte del detenido-desaparecido Alberto Pinto.
El máximo tribunal dejó firme la condena contra el médico Carlos Domingo Jurío por la muerte de Pinto, quien “luego de una brutal tortura llevada a cabo por el personal penitenciario fue aislado en una celda de castigo -en condiciones inhumanas de detención- donde permaneció alojado con la anuencia de estos galenos”.
Pinto fue finalmente trasladado a un hospital para su atención, pero murió como consecuencia del deterioro de su salud causado por los tormentos y la falta de asistencia.
Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda rechazaron el último recurso de apelación presentado por la defensa de Jurío, representado por el defensor oficial Federico García Jurado.
El médico fue condenado en el marco de un megajuicio celebrado por un tribunal oral federal de La Plata por más de 70 casos, entre ellos los tormentos que padecieron el premio Nóbel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y los periodistas Eduardo Jozami y Eduardo Anguita, y el ex presidente de Racing Club Juan Destéfano.
También por los homicidios de los opositores al régimen Dardo Cabo, Roberto Rufino Pirles, Ángel Georgiadis, Horacio Rapaport, Juan Carlos Deghi y Marcos Ibáñez Gatica.