La Legislatura de Formosa cerró el 2016 aprobando una reforma tributaria, impulsada por el gobernador peronista Gildo Insfrán, que cosechó críticas de los dirigentes de la oposición y de los sectores empresariales de la provincia.
“El gobernador Gildo Insfrán no puede escudarse en la victimización que permanentemente denuncia para justificar el brutal ajuste que repercutirá directamente sobre el bolsillo de todos los formoseños”, dijo el presidente del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical, Juan Carlos Amarilla.
“Mientras se impone un fuerte perjuicio que provocará una recesión económica, por otro lado el gobernador premia a sus funcionarios acólitos, que persiguen periodistas independientes, con una jubilación de privilegio”, acusó.
Por su lado, el presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Formosa (Capymef), Fabián Hryniewicz, aseguró que le sorprendió la decisión del gobierno porque “en el momento en que estamos pidiendo menor presión impositiva para competir con el país fronterizo, sacan esta norma”.
“Primero que nada, no fuimos consultados, otra vez quedamos excluidos de una medida de la que somos destinatarios y quedamos afuera del debate al que podríamos haber aportado experiencia e ideas para crear un Código Tributario adecuado para nuestra realidad”, protestó el empresario.
“Si dicen que quieren fomentar el turismo, ¿me explican por qué les quieren cobrar a los hoteles, a los boliches, a los bares? Así, uno ve que no hay incentivo, no hay aliento para seguir invirtiendo en la provincia”, manifestó.