Cuatriciclos y seguridad vial, un problema que no podemos (¿queremos?) superar

Todos los años, absolutamente todos, escuchamos el mismo relato, formulamos las mismas preguntas, damos idénticas respuestas, planteamos el mismo dolor y nos excusamos de la misma manera…mientras (y durante todo el año, no sólo cuando más se difunde en verano) niños y adolescentes mueren, matan y lastiman utilizando cuatriciclos como “juguetes”. Por Dr. Eduardo Bertotti*

¿RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES? Claro que sí. ¿Quién lo duda?

La misma clase de padres que puede dejar armas de fuego al alcance de sus niños, la misma que los “abandona”  a su suerte en la vía pública, la que le “importa un rábano” que consumen o beben, etc., etc.

Sin embargo esa respuesta NO resuelve nada.

El problema asciende otro escalón (y hay que hacerse cargo): ¿Qué hacemos como sociedad frente a ello?, ¿los distraídos?, ¿los escandalizados frente al suceso concreto, con el “dedito” admonitorio señalando al padre irresponsable?

Para los más “egoístas”: piense como se sentiría frente a la lesión o muerte de un hijo arrollado por un niño de 8 años conduciendo un cuatriciclo. Si, ya sé, algunos miraran al cielo y dirán: “Dios, ¿porqué…”, o “fue el destino trágico”, como escucho a algunos periodistas bastante desinformados. Discúlpenme, pero no pienso (no puedo) así.

Somos responsables porque lo TOLERAMOS como sociedad.

No accionamos, no presionamos, no denunciamos (o alguien va a decir que NO LOS VE).

Y, ¿Cuándo alguna institución lo hace?…

Subimos otro escalón en el problema: el de la sociedad organizada, es decir el ESTADO (nacional, provincial, municipal). ¿Qué hace? Controles y multas y muestran estadísticas de ello.

“Nosotros hacemos operativos, demoramos y secuestramos este tipo de vehículos, mayoritariamente porque observamos que son conducidos por menores de edad”, detalló la funcionaria municipal (no hace falta decir quien, porque las declaraciones son siempre más o menos lo mismo. Cambia la voz, pero el relato es igual).

Palabras más, palabras menos “la culpa es de los padres” (y así nos derrumbamos por la “escalera” y desembocamos en como empezamos).

El problema NO es “un” lugar, es todo el territorio argentino. No se accidentan sólo en la playa y en verano. En localidades de nuestro país van a la escuela en cuatriciclos.

Bienvenidas las nuevas normas (si adhieren las Provincias).

Aún así, QUEDAN FUERA DE CONSIDERACIÓN LOS CUATRICICLOS NO CABINADOS de más de 150 cc., a la hora de otorgar la licencia (nueva redacción del Dec. 32/2018).

Igual necesitamos mucho más que las normas. Necesitamos una política pública en serio y específica en la materia que minimice el problema, para que este tipo de siniestro sea la excepción y no la regla.

Eso, por supuesto, si nos decidimos a NO TOLERARLO.

*Director ISEV.