La Sala de Feria de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Ángela Ledesma, Eduardo Riggi y Guillermo Yacobucci, determinó que los problemas de salud que padece Rulli no pueden ser atendidos adecuadamente en la sede del Servicio Penitenciario Federal de Campo de Mayo, pese a que en proximidades de ese penal funciona el hospital militar.
Rulli tiene 66 años de edad.
En mayo pasado, el Tribunal oral federal número cinco de San Martín consideró que las condiciones de atención médica que recibía eran las adecuadas para tratar sus patologías. Pero la Casación evaluó de manera diferente los informes médicos y, ante la posibilidad de descompensaciones que derivaran en «muerte súbita», decidió concederle la prisión domiciliaria.
El fallo hace alusión, además, a la «la actual situación de emergencia en materia penitenciaria, dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional, mediante Resolución 184/2019 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos».
Entre las «patologías severas» que padece el condenado figuran «EPOC, hipoacusia perceptiva moderada y el informe cardiológico resalta que se trata de un paciente de alto riesgo cardiovascular”, con «dislipemia y eventuales alteraciones metabólicas tales cómo hiperuricemia e hiperglucemia».