Tal como lo había anticipado durante su discurso ante la Asamblea Legislativa el pasado 1º de marzo, el Presidente Alberto Fernández decretó el ascenso “post mortem” de los 44 tripulante que perdieron la vida tras el hundimiento del submarino ARA San Juan, cuyos restos fueron encontrados tras un año de búsqueda a más de 900 metros de profundidad en un cañón submarino del talud continental del Mar Argentino.
“La información disponible permite concluir que el personal militar que integraba su tripulación se comportó con elevada vocación de servicio y disposición para afrontar los rigores a los que se vieron sometidos, cumpliendo cabalmente los deberes del servicio en pos de la protección de la integridad territorial, la soberanía nacional y el bienestar de los habitantes de la República Argentina”, se argumentó entre los considerandos de la medida que lleva las firmas del Presidente Alberto Fernández; del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y del ministro de Defensa, Agustín Rossi.
Asimismo, añade que sin perjuicio de las investigaciones que se encuentran en desarrollo en los ámbitos administrativo y judicial, “el Presidente de la Nación Argentina en su carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas considera necesario contribuir, desde lo específico de sus atribuciones, a las acciones vinculadas al reconocimiento que el Personal Militar ha recibido por parte de los Poderes del Estado y de la opinión pública nacional e internacional”.