Tras una extensa reunión con el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta de un lado de la mesa; y el gobernador bonaerense Axel Kicillof del otro, el Presidente Alberto Fernández finalmente resolvió que no se produjeran cambios significativos para la nueva prórroga de la cuarentena, la cual será anunciada en horas del mediodía.
Si bien la intención era la de continuar a “cuentagotas” con las aperturas -sobre todo en territorio porteño-, lo cierto es que la mesura pedida por el grupo de infectólogos y epidemiólogos que forman parte del Comité de Expertos, sumado a los reportes de contagios y decesos que en los últimos días marcaron nuevos “récords”, hicieron replantearse al primer mandatario la estrategia de cara a la nueva extensión de la cuarentena que, en principio, sería hasta el 17 de agosto próximo.
Por otra parte y pese a que desde la administración de Rodríguez Larreta confiaban en que iban a poder avanzar con su plan de seis etapas de aperturas, todo parecería indicar que por los próximos 15 días se quedará en la primera de ellas y, eventualmente, el Gobierno nacional le podría permitir que termine de completar la misma programada para el lunes 3 de agosto con la reapertura de comercios de cercanía en avenidas de alta circulación -incluye los rubros de indumentaria y calzado con DNI según el día- pero que sin embargo dejaba afuera a los Centros de Trasbordo como Liniers, Retiro y Constitución, y la calle Avellaneda y zona de Once.
La Provincia de Buenos Aires, en tanto, no tenía en agenda nuevas aperturas, a excepción de algún que otro distrito alejado del Conurbano que no haya aportado significativamente a sumar a la curva de nuevos contagios. Además y pese a la presión económica y social, reina un clima de “colapso sanitario” por la ocupación de las camas de terapia intensiva, las cuales temen que no serían las suficientes en el caso que se continúe con el actual ritmo de contagios.
Paralelamente, también son conscientes que ya poco se puede hacer con el gran movimiento de personas que circula por las calles de sus principales cascos urbanos, y que sólo se apostaría a evitar que las mismas utilicen el transporte público mediante la realización de estrictos controles para constatar que los pasajeros sean únicamente trabajadores esenciales.
Ante ese panorama el Presidente procederá a realizar el anuncio donde remarcará, tal como lo hizo la última vez, la importancia del cuidado personal, la higiene y la distancia social como principales armas para combatir el avance del coronavirus hasta tanto se pueda dar con una vacuna o tratamiento con medicamentos.