A diferencia de las veces anteriores, la idea era la de ir corriendo del primer plano a la figura del Presidente Alberto Fernández como principal protagonista de los anuncios, así como también comenzar a dejar de lado la palabra “cuarentena”.
Y así fue: ya durante el anuncio anterior y como antesala de los que sucedería con el presente, vale recordar que el Jefe de Estado había optado por grabar un breve mensaje ya sin Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof a cada uno de sus lados, así como tampoco con la presencia virtual de alguno de los gobernadores de los distritos más afectados.
Esta vez y en lo que para algunos se interpretó como una “fuerte jugada comunicacional”, el Presidente no sería el encargado de enumerar las aperturas o cierres de actividades, sino que cada mandatario debería asumir esa responsabilidad. “Las autoridades locales seguirán siendo las que determinen qué nuevas indicaciones van a disponerse en cada territorio”, se dejó muy en claro desde el mensaje difundido por la Casa Rosada.
Es por ello que desde la administración nacional, ahora, sólo se reforzó la importancia de los cuidados personales como única vacuna con la que se dispone en la actualidad para combatir al COVID-19, así como también la necesidad de mantener la distancia social y de evitar los encuentros sociales en espacios cerrados; mientras que los representantes de cada provincia serán los responsables de disponer las medidas de fondo de acuerdo a sus cuadros epidemiológicos y a cómo se encuentren los sistemas sanitarios locales.
“Tenemos que estar más atentos que nunca… Desde el Gobierno nacional recomendamos -a las provincias- incrementar las restricciones en forma transitoria para disminuir la circulación de las personas y reducir las posibilidades de contagio”, se expresó en el mensaje gubernamental.