Matías González tiene 28 años y el peronismo justificó su vacunación con el argumento de que “es personal esencial afectado al operativo de coronavirus del Ministerio de Salud”. El nieto del dirigente peronista de larga trayectoria y mucha cercanía al gobernador Juan Schiaretti trabaja como informático.
La denuncia había sido realizada por el presidente de la Coalición Cívica-ARI de Córdoba, Gregorio Hernández Maqueda, y significó el aterrizaje en Córdoba de la polémica por los “vacunatorios VIP”.
En la lista de políticos vacunados en Córdoba figuran el gobernador Juan Schiaretti; el ministro de Salud, Diego Cardozo; el viceintendente de Córdoba, Daniel Passerini; la coordinadora del área de inmunizaciones del Ministerio de Salud, Sandra Belfiore; los legisladores Francisco Fortuna (PJ) y Aurelio García Elorrio (vecinalista); el secretario general del gremio docente UEPC, Juan Monserrat; el intendente de San Francisco del Chañar, Marcelo Eslava; el director del Museo de la Reforma, Gonzalo Sarría.
En la Legislatura, el bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) viene reclamando que se elabore un registro público de personas vacunadas, precisamente para evitar privilegios. El peronismo no lo aprobó.