Si bien todavía reina cierto “hermetismo” en torno a algunos de sus aspectos, lo cierto es que en líneas generales el nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) conservará el criterio del “semáforo epidemiológico” para todo el país: es decir, se establecen las restricciones de acuerdo a la situación sanitaria particular de cada distrito.
En este caso y tal como se pretendía hacer con la ley, son los gobernadores quienes de acuerdo a los parámetros generales establecidos por la administración nacional deberán decidir sobre el destino de sus distritos.
Por caso, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, anticipó que a partir del sábado comenzará a regir un DNU con similares características al actual. “Se va a renovar el DNU con los mismos parámetros que vienen hasta ahora. Va a ser por dos semanas porque estamos esperando a que se apruebe la ley que se envió al Congreso”, expresó en declaraciones a A24.
Por otro lado, si bien el funcionario reconoció que las medidas restrictivas generan “mucha discordia”, aseguró que las mismas sirven. “Nosotros teníamos una curva de contagios que habíamos tocado los 40 mil casos y hoy tenemos 27 mil. Las medidas representan un dolor de cabeza pero sirven”, afirmó.
De esta manera, entonces, la incógnita que seguramente se develará sobre la hora del anuncio presidencial girará en torno a lo que sucederá con los sectores comercial y gastronómico, quienes vienen reclamando que se extiendan los horarios de atención y también que se vuelva a permitir el ingreso de los clientes a los locales -protocolos mediante- dado que se encuentran desde hace meses transitando una situación económica “asfixiante” que lejos está de ser solucionada con la “magra” asistencia gubernamental.
Paralelamente, otra cuestión que merecerá un “párrafo aparte” será el de las clases presenciales, donde distritos como el de la Ciudad de Buenos Aires ya planean, incluso, incorporar a grupos de alumnos que hasta la fecha vienen cursando sus estudios de manera virtual o semipresencial. Sin embargo, esa será otra de las “incógnitas” que se terminará por dirimir una vez que finalice su discurso el Jefe de Estado.