Un informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) arrojó que las vacaciones de invierno del 2021 dejaron un balance satisfactorio pese a las restricciones por las condiciones sanitarias, dado que se movilizaron 13,2 millones de personas -entre excursionistas y turistas- por el país durante ese período, los cuales gastaron $43.604,6 millones en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional -a eso se le tiene que sumar el efecto multiplicador que generan esos ingresos-.
De acuerdo con la información brindada por diferentes entidades de provincias y ciudades, el gasto realizado en las vacaciones se compuso de 4.152.346 turistas (19% menos que en 2019), que, con una estadía media de 3,8 días y un gasto diario promedio de $2190, por cada uno, dejaron ingresos directos por $34.555,8 millones.
A ellos, se suman 9 millones de excursionistas que con un costo promedio de $1.000 cada uno, desembolsaron $9.048,7 millones, 70,9% por encima de las vacaciones 2019. En ese sentido, se indicó que el movimiento de excursionistas fue sólo 6% menor a 2019 porque frente a las dificultades económicas y al cuidado por la pandemia, muchas familias eligieron hacer una o dos escapadas, ya sea en la semana o fin de semana.
El 69% de los turistas que viajaron en julio, en tanto, lo hicieron por ocio o recreación, mientras que el resto lo hizo mayormente para visitar familiares o amigos. Además, no hubo citas como espectáculos o competencias deportivas como otras veces, pero se compensó con el turismo de naturaleza, deportes al aire libre, termas, o paseos por patrimonios históricos.
Por otro lado, desde CAME observaron que también hubo menos oferta de alojamientos que lo habitual, con hoteles cerrados y el aforo limitado en cada uno, pero a diferencia de otros inviernos, las familias evitaron hospedarse en casas de amigos, familiares o vínculos cercanos, en parte respetando el aislamiento y evitar las concentraciones de gente en espacios cerrados.
“Hubo un turismo de revancha”, manifestaron varios representantes del sector, al considerar que después de tanto tiempo de salidas restringidas la gente necesitaba viajar y tomarse vacaciones.
En relación a las ciudades más visitadas, Mar del Plata, Bariloche y Córdoba fueron las que encabezaron el ranking, seguidas por Salta capital, Carlos Paz, San Martín de los Andes, Mendoza, Merlo, Rosario y Ushuaia; mientras que por grandes zonas, la región más concurrida fue el Noroeste con el 17,8% de los arribos de turistas, seguida por la zona Centro con 17,4%, Provincia de Buenos Aires con 16,4%, y la zona del Litoral con 13,5%.
“La temporada fue aceptable y en algunas ciudades superó las expectativas, que eran muy prudentes. Ayudaron las restricciones para viajar al exterior y la necesidad de salir tras tanto periodo de confinamiento. Aunque al mismo tiempo, los polos perdieron el turismo internacional que era una interesante fuente de ingresos”, concluyó la entidad en su informe.