En el marco de una reunión que mantuvieron productores agroindustriales en la sede de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en Buenos Aires, se planteó que el aumento de los costos internos está limitando el potencial exportador y, por caso, explicó que si bien las exportaciones de los 31 complejos de las economías regionales, en promedio, reflejaron un alza de más de 300 millones de dólares en abril 2021-marzo 2022 con respecto al mismo período prepandemia (abril 2019-marzo 2020), esta mejora se debió a un incremento de precios internacionales más que de volúmenes.
“Este salto podría haberse producido en las cantidades exportadas, pero a los daños ocasionados por las adversidades climáticas se suma el incesante aumento de costos, que restringe cualquier posibilidad de desarrollo y crecimiento”, manifestó al respecto el director de Economías Regionales de CAME, Eduardo Rodríguez.
De acuerdo a lo informado por la entidad por medio de un comunicado, durante el encuentro los productores plantearon los retos que presenta el sector agroindustrial para aprovechar al máximo su potencial, entre los que se destaca el déficit hídrico.
En ese sentido, se mencionó que en la zona cordillerana las nevadas han mermado, por lo que el nivel de aporte del agua de deshielo ha bajado significativamente en los últimos años. Además, en provincias como San Juan, Mendoza, La Rioja y Catamarca, entre otras, se realizan pozos de más de 200 metros de profundidad, debiendo afrontar altos costos energéticos; mientras que la sequía generalizada no sólo causó una bajante histórica en el río Paraná, sino que también afectó los rendimientos de los cultivos de la región del norte.
Asimismo, se coincidió que a nivel nacional la escasez de un recurso tan crucial como los es el agua demanda inversiones en infraestructura hídrica, razón por la cual en el sector productivo hay una “alta expectativa” ante el proyecto de intercambio científico tecnológico con Israel, cuyo conocimiento en la administración y manejo del agua permitiría potenciar la calidad y cantidad de la producción.
Otra de las inquietudes de las pymes agropecuarias es el impacto de la guerra Rusia-Ucrania, dado que quienes exportan a esa zona (cítricos, peras y manzanas y vino a granel, fundamentalmente) se mostraron “expectantes” ante el comportamiento del comercio internacional. Es que si bien preocupan las condiciones de pago y el aumento de los costos logísticos, se afirmó que la búsqueda de nuevos mercados supone una oportunidad de crecimiento y expansión.
Por último, desde CAME indicaron que se subrayó la importancia de avanzar hacia un sistema tributario que “descomprima y promueva la inversión” en pos de mejorar la productividad y, por ende, la rentabilidad de la empresa.
Sin embargo -agregaron-, los productores agroindustriales coincidieron en que antes debería reformularse la matriz productiva nacional, traccionando a aquellos sectores que poseen la capacidad de ser factor multiplicador de la economía, además de fomentar las exportaciones, generar valor agregado y mano de obra local.